En su visita oficial a España, Evo Morales ha animado a las empresas españolas a aumentar sus inversiones en su país siempre que acepten las reglas internas y sean "socios, y no dueños", de sus recursos naturales. Morales ha insistido en los sectores de hidrocarburos.
Después de su mitin del domingo en Leganés (Madrid), en el que reclamó que se legalice la situación de todos los bolivianos que viven en España, Morales se ha centrado en dejar claras las bases para estrechar la relación económica y situarla a la altura de la amistad que tiene con el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.
"Como tenemos buenas relaciones con el Rey y con Zapatero, queremos que las relaciones también sean buenas con las empresas", ha asegurado Morales en la conferencia coloquio que ha inaugurado su agenda. Poco antes había pedido que las empresas españolas no le ofrecieran dinero para su campaña electoral.
La condición que ha impuesto para que empresas como Repsol YPF siga participando en la explotación de las ingentes reservas de petróleo o entren en el suculento negocio del litio -mineral clave para fabricar baterías de ordenadores o coches eléctricos- es ser respetuoso con las normas bolivianas. Es decir, que se plieguen a los deseos del mandatario sobre la propiedad de los recursos y la explotación de los mismos. "Queremos socios, no patronos", ha advertido el líder populista, quien ha asegurado que su país no volverá a consentir más expolios como los vividos en el pasado.
Le piden seguridad y confianza
En una reunión posterior, los empresarios han trasladado a Morales el deseo de seguir viendo a Bolivia un país estratégico, aunque le han pedido reforzar las "señales de confianza y seguridad" a largo plazo para evitar la incertidumbre que suscitó su plan de nacionalizar los recursos del país cuando llegó al poder en 2005.
Morales se ha entrevistado a continuación con el Rey en el Palacio de la Zarzuela, donde ya le recibió en enero de 2006 como presidente electo.
En la audiencia, ha participado el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, a quien Morales se refirió por error como "el canciller de la República de España" en la conferencia coloquio.
Don Juan Carlos ha saludado afectuosamente a su invitado, quien en esta ocasión ha elegido un traje de chaqueta con adornos andinos, sin corbata, en lugar del tradicional jersey que lució en su anterior estancia en España.
Como cierre de su visita, mañana se verá con Zapatero, con quien tiene especial interés en estrechar la cooperación en la lucha contra el narcotráfico.
Morales ha hecho hincapié en que su país no alienta el contrabando de cocaína y que su intención es combatirlo con la misma fuerza con la que actúa contra el cambio climático.
En presencia de Zapatero, firmará un acuerdo para que los bolivianos residentes en España voten en las elecciones municipales y otro de condonación de deuda.
Acerca de la situación de América Latina, el presidente boliviano ha vuelto a censurar la política militarista de EEUU, aunque ha matizado que su país no va a romper relaciones "con nadie", tampoco con Colombia por ceder sus bases a los estadounidenses.
Al mismo tiempo, ha insistido en que seguirá teniendo relaciones con países como Cuba, Venezuela o Irán, "sin sometimientos a nadie". A tres meses de los comicios en los que aspira a la reelección, ha destacado que seguirá amparando a los indígenas, a los que ha definido como "el pueblo del diálogo, de la integración y de la cultura de la amistad".
Morales ha visitado el Congreso, donde su presidente, José Bono, le ha recibido con la tradicional bandera boliviana -verde, amarilla y roja- y la enseña multicolor de los pueblos indígenas -"whipala"-, uno de los nuevos símbolos oficiales del país andino.
La agenda de hoy se completa con una conferencia en la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Complutense y una cena en el Palacio Real con los Reyes, a la que asistirán los Príncipes de Asturias y Zapatero.