L D (Agencias) La operación supone el pago a Alsa de un importe de 381 millones de euros, de los que 217 millones de euros se abonarán en efectivo y el resto mediante acciones de la británica. Además, National Express se compromete a asumir la deuda de 289 millones de euros de la española y el presidente de Alsa, Jorge Cosmen, se incorporará al Consejo de Administración de National Express. El total de la operación supone para la británica 670 millones de euros.
Según el comunicado, los accionistas de Alsa, que pasan a ser el segundo accionista más importante tras Barclays Global Investor, tienen la intención de aumentar su participación en National Express hasta el 15 por ciento, con lo que pasaría a ser el mayor accionista de la británica.
El acuerdo contempla también la obligación de los accionistas de Alsa de permanecer un mínimo de dos años en el accionariado de National Express, algo que según Alsa, es una muestra de su vocación de permanecer "a largo plazo" en el accionariado británico. La operación deja fuera las actividades del operador español en Asia y Latinoamérica, que permanecen en manos de los actuales accionistas.
El segundo mayor grupo de transporte terrestre de Europa
La firma británica aseguró que la integración de las actividades de Alsa dará lugar al segundo mayor grupo de transporte terrestre de Europa y comenzará a generar beneficios en el primer ejercicio fiscal tras la compra. El grupo resultante suma una facturación conjunta de 4.095 millones de euros, según los datos de las dos compañías a cierre de 2004, así como una flota de 20.900 vehículos (1.400 de Alsa) y una plantilla de 43.300 empleados (3.100 de la española).
En cuanto a la operativa, Alsa continuará desarrollando sus actividades en España, Europa y Maruecos como una división independiente dentro de la británica. National Express y Alsa estiman que la operación se podrá cerrar en un plazo de seis semanas, una vez que la operación sea aprobada por el Servicio de Defensa de la Competencia (SDC) de España.
Alsa cerró 2004 con una facturación de 318,5 millones de euros, una flota de 1.400 vehículos, 93 millones de viajeros y una plantilla de 3.100 empleados. National Express tuvo una facturación el año pasado de 3.780 millones de euros, cuenta con una flota de 19.500 vehículos y una plantilla de más de 40.000 empleados en todo el mundo y transportó 1.061 millones de viajeros al año. La británica es líder en el transporte interurbano de pasajeros por carretera y ferrocarril en el Reino Unido, mientras que Alsa es el principal operador de transporte de viajeros por carretera de España, donde gestiona una extensa red nacional y regional.
La empresa española está presente en China, Marruecos y Chile, mientras que el grupo británico, además de ser líder en el Reino Unido, opera en Estados Unidos, Canadá y Australia. Para el presidente de Alsa, Jorge Cosmen, esta operación creará valor para los accionistas, clientes y empleados, y permitirá al grupo acometer nuevos retos en el mercado europeo de transporte. El consejero delegado de National Express definió la operación en términos similares, considerando la integración como un paso significativo para ampliar la presencia del grupo británico en España.