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“CARECE DE JUSTIFICACIÓN LEGAL”

Nuclenor rechaza el cierre de Garoña y anuncia que emprenderá acciones legales

La empresa propietaria del reactor de Garoña, Nuclenor (participada al 50% por Iberdrola y Endesa), ha emitido un contundente comunicado en el que rechaza el cierre y anuncia que emprenderá cuantas acciones legales le puedan corresponder.

Los responsables de la central nuclear de Garoña entienden que la decisión del Ministerio de Industria de cerrar el complejo es un “acto arbitrario y carente de justificación con arreglo a la Ley

En este documento, Nuclenor recuerda que las autorizaciones de explotación de las centrales nucleares en España se renuevan de acuerdo con un procedimiento reglado. En este sentido, insisten en que el vigente permiso de explotación de este reactor fue emitido el 5 de julio de 1999 por Industria. Un permiso en el que se definen una serie de condiciones que la empresa responsable debe cumplir para su renovación.

Pues bien, Nuclenor afirma que cumple estas condiciones “en su totalidad, puntual y satisfactoriamente, según apreciación favorable del Consejo de Seguridad Nuclear de 5 de junio de 2009”.

Por esta razón, la empresa propietaria de la central señala que la decisión de cerrar Garoña en 2013, se aparta de las condiciones establecidas en el procedimiento citado.

Fuentes del sector consultadas por Libertad Digital insisten en lo decepcionante de la decisión del Ejecutivo, ya que el Gobierno puso unas condiciones a la central para prolongar sus actividad hasta 2019 y, después de cumplirlas con creces, ahora decide cerrarla por “razones estrictamente políticas”, se trata de “un paripé que no contenta ni a unos ni a otros”.

Las mismas fuentes indican que “de lo que se trata es que han cerrado la central. Y lo que está avalado por el CSN está avalado que se puede seguir funcionando hasta 2019”. Además señalan que lo que hubiera sido una auténtica irresponsabilidad hubiera sido cerrarla ahora “de un día para otro” ya que “Garoña está completamente cargada de combustible ahora y una instalación de estas características no se puede cerrarse en unos días”.

Por otra parte, Nuclenor manifiesta las razones en que se basa la solicitud de renovación hasta el 2019:

  • En la apreciación favorable que de su seguridad y fiabilidad ha venido haciendo el Consejo de Seguridad Nuclear (único organismo público competente en cuestiones de seguridad nuclear y protección radiológica) y cinco equipos de inspección de organismos internacionales en los últimos doce años, los tres últimos de la Agencia Internacional de Energía Atómica, dependiente de Naciones Unidas.
  • En la situación de la central nuclear de Santa María de Garoña, modernizada y actualizada con fuertes inversiones anuales, singularmente a lo largo de los últimos años, manteniendo en todo momento la visión de operación a largo plazo de acuerdo con la posibilidad de renovación recogida en su permiso vigente.
  • En la disponibilidad de un equipo humano bien entrenado y fuertemente comprometido con la seguridad, como ha sido reconocido en las citadas inspecciones internacionales.
  • En la actual práctica internacional de continuidad de las centrales nucleares en operación. En el mundo existen actualmente 16 centrales cuya fecha de inicio de operación es anterior a la de Santa María de Garoña (ejemplos de esto son Dresden y Oyster Creek en Estados Unidos, Tarapur 1 y 2 en India, Fukushima en Japón, Beznau en Suiza). Siete de estas centrales han recibido autorización para operar hasta 60 años. El último ejemplo ha sido la concesión de la autorización para operar hasta los 60 años a la central estadounidense de Oyster Creek el 8 de abril de este año 2009 por la Administración del presidente Obama.
  • En la importancia que supondría para el sistema eléctrico nacional el funcionamiento de la central nuclear de Santa María de Garoña, durante los próximos diez años solicitados, en términos de garantía de suministro, de aportación a la red de una energía eléctrica de base competitiva, de ahorro en emisiones de CO2 y de aportación al desarrollo económico y social en la zona de influencia.

Así, Nuclenor considera que la situación “que se plantea es insólita e inédita":

  • Un informe favorable a la continuidad emitido por el organismo estatal competente en materia de seguridad nuclear
  • Una empresa que quiere continuar su actividad
  • Unos profesionales que quieren seguir desarrollandose profesionalmente
  • Un entorno vecinal institucional y social favorable a la continuidad de la industria
Y enfrente un Gobierno que actúa arbitrariamente ordenando el cese de su actividad por razones estrictamente políticas ”.

Por estos motivos, la empresa propietaria del reactor de Garoña advierte de que llevará a cabo cuantas acciones legales le puedan corresponder para la defensa de los derechos e intereses legítimos de todas las partes afectadas por “una decisión arbitraria y carente de justificación”.

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