LD (EFE) Esos riesgos generaron la crisis financiera, lo que dio lugar a la restricción del crédito y extendió los problemas al resto de la economía, explicó Obama.
Señaló que la crisis no es culpa del gasto excesivo de los estadounidenses, pero remarcó que éste deberá ajustarse porque el nivel anterior era "insostenible".
Obama dijo que su tarea inmediata es "parar la espiral hacia abajo" de la economía mediante transferencias de dinero a los consumidores, un aumento del crédito y de la inversión. "La crisis del crédito es real y no ha terminado ", afirmó.
Sostuvo también que es imprescindible que el Congreso apruebe un paquete de estímulo fiscal que su Gobierno promueve y que supera los 800.000 millones de dólares. Gastar esa cantidad " no es cómo imaginé que empezaría mi Presidencia" , reconoció el mandatario.
Pese a sus críticas a los bancos, su plan para usar los fondos que quedan del rescate financiero aprobado por el Gobierno anterior mantiene las ayudas a las entidades financieras, aunque en la rueda de prensa enfatizó que estarán condicionadas a que limiten la remuneración de sus directivos.
Obama sostuvo que su Gobierno colaborará con los bancos para librarlos de los títulos de mala calidad que lastran sus balances, de forma que "se restablezca la confianza" en los mercados financieros. " Nadie sabe realmente lo que hay en las cuentas de los bancos", recalcó.
El secretario del Tesoro, Timothy Geithner, presentará el plan para usar los 350.000 millones de dólares que quedan del rescate financiero aprobado por el Congreso durante el Gobierno de George W. Bush para estabilizar los mercados.
"No sé si necesitaremos dinero adicional o cuánto", afirmó Obama, quien indicó que primero su Gobierno debe ver si su programa funciona.
Señaló que la crisis no es culpa del gasto excesivo de los estadounidenses, pero remarcó que éste deberá ajustarse porque el nivel anterior era "insostenible".
Obama dijo que su tarea inmediata es "parar la espiral hacia abajo" de la economía mediante transferencias de dinero a los consumidores, un aumento del crédito y de la inversión. "La crisis del crédito es real y no ha terminado ", afirmó.
Sostuvo también que es imprescindible que el Congreso apruebe un paquete de estímulo fiscal que su Gobierno promueve y que supera los 800.000 millones de dólares. Gastar esa cantidad " no es cómo imaginé que empezaría mi Presidencia" , reconoció el mandatario.
Pese a sus críticas a los bancos, su plan para usar los fondos que quedan del rescate financiero aprobado por el Gobierno anterior mantiene las ayudas a las entidades financieras, aunque en la rueda de prensa enfatizó que estarán condicionadas a que limiten la remuneración de sus directivos.
Obama sostuvo que su Gobierno colaborará con los bancos para librarlos de los títulos de mala calidad que lastran sus balances, de forma que "se restablezca la confianza" en los mercados financieros. " Nadie sabe realmente lo que hay en las cuentas de los bancos", recalcó.
El secretario del Tesoro, Timothy Geithner, presentará el plan para usar los 350.000 millones de dólares que quedan del rescate financiero aprobado por el Congreso durante el Gobierno de George W. Bush para estabilizar los mercados.
"No sé si necesitaremos dinero adicional o cuánto", afirmó Obama, quien indicó que primero su Gobierno debe ver si su programa funciona.