Los alardes y vaticinios que han salido de las filas del Gobierno -y del propio PSOE- durante los últimos años se han caracterizado por su falta de acierto, y en la mayoría de los casos, por la total ausencia de rigor.
A modo de ejemplo se pueden recordar algunos de los augurios realizados por el ex vicepresidente económico Pedro Solbes; como cuando aseguró que el euribor había tocado techo, meses antes del mayor repunte de la historia de este indicador; o como cuando dijo que el oro "no era rentable".
Aunque la más sonada, sin duda, fue la realizada por el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, que el pasado 24 de octubre, dijo que "la crisis financiera en dos meses debería estar finiquitada". Obviamente, Corbacho no es un buen gurú, ya que en la actualidad la recesión amenaza a todo el planeta y la restricción del crédito continúa.
Ahora le toca a la secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín, que ya sabe las conclusiones que redactarán los miembros del G-20 tras la Cumbre que se celebrará en Pittsburgh (EEUU) el 24 y el 25 de septiembre.
Según la responsable socialista, los países del G20 se reunirán dando dos mensajes: "Por un lado, que lo peor de la crisis ha pasado y por el otro que es el momento de mantener las políticas de estímulo", es decir, el gasto del dinero de los contribuyentes para "inyectarlo" en la economía.
O bien Pajín conoce de primera mano la intención de los jefes de Estado que acudirán a la Cumbre, o simplemente sus declaraciones denotan que, en realidad, la reunión del G-20 no es más que un espectáculo de cara a la galería, para que los ciudadanos estén tranquilos y confíen en sus gobernantes, aunque sea demasiado tarde.
Pajín ha realizado, además, otro vaticinio, aunque esta vez se trata de algo sencillo, a tenor del ritmo con el que la economía española destruye puestos de trabajo. La secretaria de organización del PSOE admite que "el paro seguirá subiendo" en los próximos meses.
A modo de ejemplo se pueden recordar algunos de los augurios realizados por el ex vicepresidente económico Pedro Solbes; como cuando aseguró que el euribor había tocado techo, meses antes del mayor repunte de la historia de este indicador; o como cuando dijo que el oro "no era rentable".
Aunque la más sonada, sin duda, fue la realizada por el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, que el pasado 24 de octubre, dijo que "la crisis financiera en dos meses debería estar finiquitada". Obviamente, Corbacho no es un buen gurú, ya que en la actualidad la recesión amenaza a todo el planeta y la restricción del crédito continúa.
Ahora le toca a la secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín, que ya sabe las conclusiones que redactarán los miembros del G-20 tras la Cumbre que se celebrará en Pittsburgh (EEUU) el 24 y el 25 de septiembre.
Según la responsable socialista, los países del G20 se reunirán dando dos mensajes: "Por un lado, que lo peor de la crisis ha pasado y por el otro que es el momento de mantener las políticas de estímulo", es decir, el gasto del dinero de los contribuyentes para "inyectarlo" en la economía.
O bien Pajín conoce de primera mano la intención de los jefes de Estado que acudirán a la Cumbre, o simplemente sus declaraciones denotan que, en realidad, la reunión del G-20 no es más que un espectáculo de cara a la galería, para que los ciudadanos estén tranquilos y confíen en sus gobernantes, aunque sea demasiado tarde.
Pajín ha realizado, además, otro vaticinio, aunque esta vez se trata de algo sencillo, a tenor del ritmo con el que la economía española destruye puestos de trabajo. La secretaria de organización del PSOE admite que "el paro seguirá subiendo" en los próximos meses.