L D (EFE) El Brent había cerrado el lunes a un nuevo máximo de 50,66 dólares, 95 centavos respecto del cierre del viernes, ante el temor a una interrupción del suministro por los problemas en Nigeria, Rusia y Venezuela. El barril del petróleo del Mar del Norte se había situado en la apertura a 50,55 dólares. La inquietud por problemas en los suministros en momentos de una gran demanda por la llegada del invierno en el hemisferio norte impulsan los precios al alza. Además, este martes se suma la noticia de que el Ministerio de Justicia de Rusia resolvió poner en venta parte de las propiedades de la compañía petrolera Yukos, agobiada por multimillonarias deudas al fisco ruso. Los últimos incrementos del Brent –referencia de las importaciones europeas de petróleo de Oriente Medio, Africa y Rusia– coinciden con una fuerte tendencia alcista del barril de Texas en Estados Unidos, que supera los 52 dólares.
Según los analistas, los fuertes aumentos se deben al comienzo de una huelga de trabajadores del petróleo en Nigeria y al anuncio de Venezuela de que aumentará hasta un 16,6 por ciento la tasa de explotación para las petroleras internacionales, frente a menos del 1 por ciento que cobra actualmente. En Estados Unidos, la industria aún no se ha recuperado del paso del huracán "Iván" por el Golfo de México, que provocó problemas en los yacimientos y retrasos en las entregas. La inestabilidad en Oriente Medio influye también en las fuertes alzas vistas en la última semana, además del temor a interrupciones en el suministro y la fuerte demanda, especialmente de China, poco antes del comienzo del invierno en el hemisferio norte. La demanda de crudo en todo el mundo está estimada en los 82,4 millones de barriles diarios, pero los analistas temen que el nivel de oferta no sea suficiente para satisfacerla.
Según los analistas, los fuertes aumentos se deben al comienzo de una huelga de trabajadores del petróleo en Nigeria y al anuncio de Venezuela de que aumentará hasta un 16,6 por ciento la tasa de explotación para las petroleras internacionales, frente a menos del 1 por ciento que cobra actualmente. En Estados Unidos, la industria aún no se ha recuperado del paso del huracán "Iván" por el Golfo de México, que provocó problemas en los yacimientos y retrasos en las entregas. La inestabilidad en Oriente Medio influye también en las fuertes alzas vistas en la última semana, además del temor a interrupciones en el suministro y la fuerte demanda, especialmente de China, poco antes del comienzo del invierno en el hemisferio norte. La demanda de crudo en todo el mundo está estimada en los 82,4 millones de barriles diarios, pero los analistas temen que el nivel de oferta no sea suficiente para satisfacerla.
Por su parte, el petróleo continúa la racha de máximos históricos en las operaciones electrónicas previas a la apertura del mercado de Nueva York, en las que ha superado la marca de los 54 dólares por barril. El precio del crudo de Texas, el de referencia en Estados Unidos, terminó la sesión del lunes en el New York Mercantile Exchange con un máximo de 53,64 dólares por barril y este martes se llegaba a negociar en los 54,45 dólares en las operaciones electrónicas extraoficiales.
Por lo que respecta a la OPEP, las cotizaciones del crudo se vieron nuevamente afectadas por los problemas laborales en el principal exportador de crudo africano, Nigeria, donde este martes se inició una huelga general de cuatro días, recuerda OPECNA, la agencia de noticias de la OPEP, al difundir la nueva cotización del crudo de referencia de la organización. Asimismo, impulsan los precios el bajo nivel de las reservas almacenadas en Estados Unidos, las consecuencias de los daños que dejaron los huracanes a su paso por las plataformas petrolíferas del Golfo de México y la intensa actividad de los especuladores en los mercados de futuros.
Los expertos, que desde hace días atribuyen el fuerte encarecimiento a un cúmulo explosivo de factores, difieren entre los que creen que los precios llegarán en las próximas semanas hasta los 70 dólares el barril, y quienes advierten de una posible caída en picado. "La increíble fuerza de la actual carrera alcista ha llevado a algunos a advertir de una burbuja, mientras que la mayoría de los operadores coinciden en que, desde un punto de vista técnico, no hay ningún indicio de un debilitamiento del mercado", señala PVM.
"No obstante, cuánto más suban ahora los precios, más rápida y profunda puede ser su caída en caso de un sentimiento de giro en el mercado", como puede darse si el invierno en el norte del planeta es más cálido de lo esperado, añade. Por otra parte, la empresa destaca que en la situación actual, "las dos organizaciones claves de países productores y consumidores, la OPEP y la Agencia Internacional de la Energía (AIE), respectivamente, están desvalidas" y coinciden ambas en "destacar que el nivel actual de los precios no está justificado o sustentado por los fundamentos (la oferta y la demanda) del mercado.
Según el ministro venezolano de Energía y Minas, Rafael Rodríguez, "la era del petróleo barato se acabó" y los precios del crudo seguirán altos debido a cambios mundiales determinantes que han modificado la estructura del mercado, más allá de los factores coyunturales como huelgas y guerras.