LD (EFE) Rayet presentó un recurso ante el Tribunal de Apelación de Versalles por la decisión de la mesa de la junta de accionistas de la constructora francesa Eiffage, en la que tiene un 4,21 por ciento del capital, de privarle del derecho a voto.
La española aseguró que la sentencia del Tribunal de Apelación de Versalles no tiene base jurídica, ya que la mesa de la junta no demostró en su momento la supuesta concertación -motivo por el que le quitó el derecho a voto-.
Tampoco el reciente informe de la Autoridad de los Mercados Financieros (AMF) de Francia ha mencionado ni demostrado esta concertación de Rayet con el resto de accionistas españoles.
Además, la compañía asegura que ha demostrado a la AMF su capacidad de inversión -también cuestionada por la dirección de Eiffage- para acometer ésta y otras inversiones.
Por esta razón, considera que "ahora más que nunca, tiene sentido continuar con los procesos jurídicos, porque no se ha demostrado concertación en el caso de Rayet y porque no se entiende que los tribunales no se hayan pronunciado todavía sobre la vulneración de los derechos de un accionista en esta compañía".
Rayet pidió medidas cautelares y la impugnación de la junta así como de los acuerdos adoptados en ella por entender que estas decisiones iban en detrimento de los accionistas y a favor sólo de alguno de los gestores de la empresa francesa.
Rayet recordó que esta demanda para impugnar la junta de accionistas de Eiffage sigue su curso en el Tribunal de Comercio de Nanterre.
Además insistió en que las operaciones de compra de acciones de Eiffage se realizaron de forma independiente y que responden a la estrategia de crecimiento y diversificación de la compañía, dirigida a convertir a Rayet en un grupo industrial y financiero, que busca activamente nuevas oportunidades de inversión.
La española aseguró que la sentencia del Tribunal de Apelación de Versalles no tiene base jurídica, ya que la mesa de la junta no demostró en su momento la supuesta concertación -motivo por el que le quitó el derecho a voto-.
Tampoco el reciente informe de la Autoridad de los Mercados Financieros (AMF) de Francia ha mencionado ni demostrado esta concertación de Rayet con el resto de accionistas españoles.
Además, la compañía asegura que ha demostrado a la AMF su capacidad de inversión -también cuestionada por la dirección de Eiffage- para acometer ésta y otras inversiones.
Por esta razón, considera que "ahora más que nunca, tiene sentido continuar con los procesos jurídicos, porque no se ha demostrado concertación en el caso de Rayet y porque no se entiende que los tribunales no se hayan pronunciado todavía sobre la vulneración de los derechos de un accionista en esta compañía".
Rayet pidió medidas cautelares y la impugnación de la junta así como de los acuerdos adoptados en ella por entender que estas decisiones iban en detrimento de los accionistas y a favor sólo de alguno de los gestores de la empresa francesa.
Rayet recordó que esta demanda para impugnar la junta de accionistas de Eiffage sigue su curso en el Tribunal de Comercio de Nanterre.
Además insistió en que las operaciones de compra de acciones de Eiffage se realizaron de forma independiente y que responden a la estrategia de crecimiento y diversificación de la compañía, dirigida a convertir a Rayet en un grupo industrial y financiero, que busca activamente nuevas oportunidades de inversión.