L D (EFE) El presidente José Penedós, miembro también de la comisión nombrado por el Gobierno socialista para preparar el nuevo modelo energético luso, justificó en el diario portugués Jornal de Negocios esa afirmación por el reducido tamaño de las empresas portuguesas en relación a las españolas, especialmente con las que resultarían de llevarse a cabo esa operación. "La dimensión es un factor decisivo para competir, y nuestras empresas –portuguesas– tienen que crecer para concurrir con las españolas", dijo Penedos, para señalar que "si no lo hacen en el mercado ibérico, lo tendrán que hacer en otros".
Además, tildó de "defecto congénito" la OPA lanzada por Gas Natural sobre Endesa, y resaltó "el precontrato" entre Gas Natural e Iberdrola, en el que matizó que una vende activos en favor de otra. "La OPA va a decidirse en el mercado y la venta de activos también debería llevarse a cabo éste, dando la oportunidad a todos los operadores", afirmó Penedos.
Dijo que la autoridades de la competencia –sin especificar si se refería a las españolas o comunitarias– "pueden poner problemas", para opinar también que la operación puede que no resulte beneficiosa para los consumidores. Señaló que "al disminuir el número de actores, la hipótesis de concentración aumenta", aunque admitió que "la OPA en España abre oportunidades a nuestras empresas". Penedos justificó esa afirmación el entender que si la OPA tiene éxito "deja espacio para que Energías de Portugal (EDP), que controla Hidrocantábrico, y Galp crezcan en España".
Sobre una hipotética compra de la eléctrica española Unión Fenosa por parte de una empresa lusa –EDP o Galp–, señaló que "es una oportunidad que está muy cara", además de apuntar que "los pactos sociales tendrían que ser negociados, ya que una compañía que entre en esa sociedad no puede quedarse sentada con una posición del 22 por ciento del capital".
En relación a que empresa –EDP o Galp– debería intentar la entrada en el capital de Unión Fenosa, dijo que "tendría más sentido que fuese Galp, porque ganaría activos eléctricos". Además, negó que Portugal vaya a desistir de participar en el futuro Mercado Ibérico de la Electricidad (Mibel), y recordó que ya existen todas las condiciones técnicas para la puesta en marcha de ese proyecto. Estimó que todos los retrasos del Mibel se debieron a problemas de inestabilidad política y que el Estado portugués debe salir del accionariado de las compañías energéticas nacionales.
Además, tildó de "defecto congénito" la OPA lanzada por Gas Natural sobre Endesa, y resaltó "el precontrato" entre Gas Natural e Iberdrola, en el que matizó que una vende activos en favor de otra. "La OPA va a decidirse en el mercado y la venta de activos también debería llevarse a cabo éste, dando la oportunidad a todos los operadores", afirmó Penedos.
Dijo que la autoridades de la competencia –sin especificar si se refería a las españolas o comunitarias– "pueden poner problemas", para opinar también que la operación puede que no resulte beneficiosa para los consumidores. Señaló que "al disminuir el número de actores, la hipótesis de concentración aumenta", aunque admitió que "la OPA en España abre oportunidades a nuestras empresas". Penedos justificó esa afirmación el entender que si la OPA tiene éxito "deja espacio para que Energías de Portugal (EDP), que controla Hidrocantábrico, y Galp crezcan en España".
Sobre una hipotética compra de la eléctrica española Unión Fenosa por parte de una empresa lusa –EDP o Galp–, señaló que "es una oportunidad que está muy cara", además de apuntar que "los pactos sociales tendrían que ser negociados, ya que una compañía que entre en esa sociedad no puede quedarse sentada con una posición del 22 por ciento del capital".
En relación a que empresa –EDP o Galp– debería intentar la entrada en el capital de Unión Fenosa, dijo que "tendría más sentido que fuese Galp, porque ganaría activos eléctricos". Además, negó que Portugal vaya a desistir de participar en el futuro Mercado Ibérico de la Electricidad (Mibel), y recordó que ya existen todas las condiciones técnicas para la puesta en marcha de ese proyecto. Estimó que todos los retrasos del Mibel se debieron a problemas de inestabilidad política y que el Estado portugués debe salir del accionariado de las compañías energéticas nacionales.