Durante una visita a una oficina del paro de las afueras de París, el presidente calificó esta ayuda como "una red de seguridad" y precisó que los beneficiarios se verán obligados a aceptar los contratos o cursos de formación que se les propongan. El dispositivo es fruto de un acuerdo entre el Gobierno y los agentes sociales, que están reunidos para ello en París.
Sarkozy no indicó el monto de la ayuda pero señaló que será similar al subsidio de solidaridad, que es de 465 euros. "No dejaremos a nadie en la cuneta", aseguró el presidente francés.
La Presidencia francesa indicó en un comunicado que el Estado puede invertir "varios centenares de millones de euros suplementarios" para aportar soluciones a los parados a los que se les acabe el subsidio de desempleo. Según diversas fuentes, el dispositivo costará unos 220 millones de euros. Con ese dinero se crearán empleos subvencionados y se pagarán cursos de formación.
En el primer caso, el Estado ayudará a la creación de contratos en los que los trabajadores cobrarán 960 euros al mes por 33 horas semanales o 600 euros por 20 horas. En cuanto a los cursos de formación, la Presidencia indicó que la remuneración media de una formación profesional es de 650 euros mensuales.
Recordó que "la lógica de los derechos y los deberes propuestos es permitir a los interesados volver al mercado laboral en las mejores condiciones".