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Se dispara la venta de camellos en la India por los altos precios del petróleo

El fuerte incremento de los precios de la energía y el petróleo cambia los hábitos de los consumidores en todo el mundo. El uso del coche privado está siendo sustituido por el transporte público. La demanda de utilitarios gana la partida a los grandes coches en EEUU y se dispara el interés por viviendas alejadas del centro. Lo más llamativo es el efecto que causa en países como la India donde la venta de camellos se ha disparado. Los labradores de estos países prefieren la fuerza de estos animales a comprar un tractor.

El fuerte incremento de los precios de la energía y el petróleo cambia los hábitos de los consumidores en todo el mundo. El uso del coche privado está siendo sustituido por el transporte público. La demanda de utilitarios gana la partida a los grandes coches en EEUU y se dispara el interés por viviendas alejadas del centro. Lo más llamativo es el efecto que causa en países como la India donde la venta de camellos se ha disparado. Los labradores de estos países prefieren la fuerza de estos animales a comprar un tractor.
LD (Luis F. Quintero) El observatorio de tendencias globales del BBVA ha investigado el efecto que está teniendo la subida de precios de la energía en todo el mundo. Los resultados del estudio son de lo más ilustrativo. Desde EEUU a la India, los consumidores adaptan sus hábitos de conducta a la situación.
 
El gusto de los norteamericanos por los coches grandes y potentes que consumen litros y litros de gasolina es más que conocido. Pues bien, este arquetipo está en peligro. Según los datos que arroja este análisis, los consumidores norteamericanos han invertido su tendencia y se interesan ahora por coches utilitarios con un consumo de combustible más eficiente. El cambio es tal que marcas como General Motor o Ford se plantean cortar la producción de grandes pick ups y todo terrenos a favor de estos otros vehículos más pequeños y de menor consumo.
 
Se dispara la venta de camellos
 
No obstante, el cambio más llamativo se ha producido en la India. Los labradores de este país han decidido apretarse el cinturón a base de camellos disparando las ventas de estos animales en detrimento de los tractores. Según este estudio el precio de los camellos se ha cuadruplicado, pero aún así, son cuatro veces más baratos que un tractor y tienen una mayor esperanza de vida. Consumen menos y su fuerza les permite seguir trabajando la tierra. De esta manera eluden el incremento de los precios de la energía.
 
Transporte público
 
También afecta al transporte público. Según la Asociación de transporte público americano, el uso de autobuses y metro se ha incrementado más de un 5 por ciento en grandes ciudades como Nueva York o Boston. Un incremento que ha sido mucho mayor (hasta del 15 por ciento) en otras ciudades en las que existe una fuerte cultura del uso del coche. Esto está obligando a las autoridades locales norteamericanas a invertir en los servicios de transporte que, por regla general, son deficitarios.
 
Vivienda
 
Los elevados precios de la energía también ejercen su impacto en la tendencia de compra de vivienda. Los consumidores de grandes ciudades comienzan a huir de las viviendas en el centro de la urbe y se trasladan a las afueras. Esta tendencia se ha ido mostrando tanto en el mayor interés por vivir fuera de la ciudad así como en el mejor funcionamiento de las ventas de viviendas cercanas a estaciones de transporte público.
 
Dependencia energética en España
 
Estos datos reflejan un importante cambio de tendencia en los consumidores provocada por el fuerte incremento de los precios energéticos. Por esa razón no hay que olvidar que según Eurostat, España es ya el séptimo país de la UE con mayor dependencia energética del exterior. En concreto, nuestro país cubre con importaciones el 81,4 por ciento de su consumo, frente al 53.8 por ciento de media en los 27.
 
Siguiendo con los datos de Eurostat, el consumo de energía en España durante 2006 fue de 143,9 millones de toneladas equivalentes de petróleo (la unidad estándar para evaluar el consumo energético) y las importaciones se elevaron a 123,8 millones de toneladas. Una dependencia que nos hace más vulnerables ante la caída del 9 por ciento en la producción de energía de los 27 de 1996 a 2006. Mientras la producción cae, en el mismo periodo el consumo aumentó el 7 por ciento.
 
Esa evolución ha obligado a incrementar las importaciones, el 29 por ciento, y como consecuencia, se ha ampliado la dependencia del exterior, que ha pasado del 45 por ciento al 54 por ciento. El único estado miembro exportador neto de energía es Dinamarca, que en 2006 vendió a otros países lo equivalente al 36,8 por ciento de su consumo.
 
A la luz de estos datos, el informe del BBVA sobre la influencia de los precios energéticos en la sociedad cobra una relevancia especial. Los cambios de tendencia en los hábitos de los consumidores descritos en EEUU o en la India podrían tener su reflejo en la sociedad española. La crisis económica adelanta ya recesión para 2009 y los precios de los carburantes no dejan de subir.
 
Consumo de gas
 
Por otro lado está el consumo de Gas. Además de petróleo, la UE importa, todo gas, que representa el 26 por ciento de las compras. Rusia es el principal proveedor de petróleo y gas a la UE, con el 33 por ciento del petróleo y el 40 por ciento del gas importado, seguido de Noruega, con el 16 por ciento y el 23 por ciento, respectivamente.
 
En cuanto a la producción propia de energía, en el conjunto de la UE la nuclear era en 2006 la más importante, con 255,3 millones de toneladas equivalentes de petróleo (el 29 por ciento del total), seguida de los combustibles sólidos (22 por ciento), el gas (20 por ciento), las renovables (15 por ciento) y el petróleo (14 por ciento).
 
En España, también son las centrales nucleares el principal productor de energía, con el 15,5 por ciento del total. A continuación se sitúan las renovables (9,4 por ciento) y los combustibles sólidos (6 por ciento). Pese a ello, el Ejecutivo mantiene la moratoria nuclear y continúa evitando abordar el debate sobre la conveniencia de utilizar, de nuevo, este tipo de energía.
 
Los Estados miembros que más apuestan por la energía nuclear son Bélgica (el 89 por ciento de su producción tiene ese origen), Francia (85 por ciento) y Eslovaquia (73 por ciento). Por el contrario, hay doce países (Dinamarca, Estonia, Irlanda, Grecia, Italia, Chipre, Letonia, Luxemburgo, Malta, Austria, Polonia y Portugal) que no recurren a la nuclear como combustible.
 
Los precios del petróleo continuarán altos
 
Pero la situación no parece que vaya a cambiar, de momento. Según ha dicho el Banco Central Europeo (BCE) los precios del petróleo se mantendrán a corto plazo en los niveles actuales y seguirán siendo muy sensibles al entorno geopolítico. "Los participantes en los mercados prevén que, a medio plazo, los precios se sitúen en torno a los 146 dólares en diciembre de 2009, pero ahora existe mucha más incertidumbre que antes", recoge el boletín mensual del BCE publicado hoy. Otros analistas, en cambio, sitúan el precio del crudo en los 175 dólares por barril en el mes de octubre.
 
Según el BCE la subida de precios llevó economías como la de China e India, a reducir sus políticas de subvención, "estas medidas no han tenido ningún efecto significativo a corto plazo sobre los precios mundiales del crudo y posiblemente, sólo repercutirá en la demanda a medio plazo". En cuanto a la oferta, el BCE opinó que la reunión celebrada a finales de junio por la OPEC para examinar la evolución de los precios "no se tradujo en soluciones capaces de aliviar la presión".
 
Respecto a los precios de las materias primas no energéticas, el BCE constató que en junio aumentaron, alcanzando niveles cercanos a los máximos históricos de marzo. Según el banco europeo, este incremento tuvo su origen, en gran parte, a una escalada de los precios de los alimentos, mientras que los precios de los metales se mantuvieron relativamente estables. "Los precios del maíz, en particular, experimentaron una acusada subida que contagió a otras materias primas, sobre todo la soja y el trigo", recoge el BCE. En términos agregados, el índice de precios de las materias primas no energéticas se situó en junio casi un 27 por ciento por encima del nivel observado un año antes.

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