Sevilla tenía registradas el año pasado 118.000 empresas, "curiosamente, el mismo número que de empleados públicos", según se destacó en la presentación del informe "La Sevilla socioeconómica 2008", elaborado por la Confederación de Empresarios de Sevilla y la Cámara de Comercio y presentado este jueves por su director, el catedrático de Economía Aplicada Francisco Ferraro.
El presidente de la CES, Antonio Galadí, y el de la Cámara, Francisco Herrero, coincidieron en que el "exceso de funcionarios" es uno de los grandes problemas de la ciudad, que carece del músculo empresarial que necesita para salir de la crisis en 2010. Un ejemplo claro del modelo Zapatero que cuenta El Correo de Andalucía.
Los datos de la devastación económica de Sevilla:
a)En 2008, se han cerrado nada menos que 1.000 empresas, algo más del 1%
b)En lo que va de año 2009, se han creado un 30% menos de sociedades
c)Igualmente, en este tiempo se han disuelto un 50% más de sociedades que en 2008
d)La tasa de paro está cercana al 23 por ciento
e)las empresas construyen y fabrican sólo para Sevilla, no para el exterior.
f)El PIB se contraerá este año alrededor de un 4%.
g)La compraventa de viviendas ha bajado un 38,6 en el primer trimestre de este año.
h)Cada mes quedan 800 viviendas nuevas sin vender, pero los precios bajan sólo un 3,7% frente al 8,7% de media en España
Ferraro hizo hincapié en que, mientras que las empresas tienen que "producir más y mejor", las administraciones públicas deben "tomar conciencia de que dotarnos de una base productiva sólida es la única forma de salir de la crisis", y criticó los "desmedidos, desmesurados" gastos corrientes de personal, una reflexión que llega cuando incluso la Junta de Andalucía ha anunciado recortes en sus delegaciones provinciales.
Los empresarios no ahorraron críticas al Ayuntamiento, al que criticaron por vender "una ciudad de humo pero sin chimeneas, un mundo peatonal en el que todo el mundo pasea pero nadie fabrica, construye o crea empleo".
Galadí consideró "descorazonador" que Sevilla parezca una "ciudad dormida" y dijo que "ese conformismo que se ha instalado en el ciudadano puede pasarnos una factura muy elevada en el futuro". Añadió que en la ciudad se está gobernando "de espaldas al ciudadano y en contra de cualquier criterio razonable y democrático". Los empresarios también arremetieron contra el Plan E al exigir que no se hagan "obritas" sino "grandes obras" como la SE-40, la SE-35 o mejoras para eliminar semáforos o construir pasos soterrados necesarios en la SE-30.