Tratemos de demostrar esta afirmación. En 2002, la media nacional de gasto en I+D era del 0,80% sobre el PIB y en 2007, la misma media alcanzaba el 1,27% del PIB. Dicho de otro modo, en cinco años, España había crecido en un 0,47% sobre PIB su gasto en I+D.
En Andalucía, en 2002, la media regional se situaba en el 0,62% del PIB andaluz y en 2007, dicha media había ascendido hasta el 1,01% del PIB. Avance innegable, pero insuficiente. En esos 5 años, Andalucía había incrementado en 0,39 puntos porcentuales sobre PIB su gasto en I+D, por debajo del crecimiento de la media nacional, 0,47%.
La consecuencia es que las diferencias crecen, no menguan.
De mantenerse el mismo ritmo de crecimiento, en 2012, España tendría una media de gasto de 1,74% sobre PIB y Andalucía, una media de 1,40% sobre PIB. En 2017, las diferencias ascenderían ya a 2,21% sobre PIB en el caso nacional y sólo a 1,79% en el caso regional. Es decir, que con este esquema de crecimiento la convergencia con la media nacional nunca se alcanzará.
Estos cuadros del INE que siguen son la base de este estudio: