L D (EFE) La multinacional registró en su último ejercicio unas ventas de 74.233 millones de euros, un 4 por ciento menos que hace un año, con un volumen de pedidos por valor de 75.056 millones de euros, un 5 por ciento menos que un año antes. Siemens cerró con una liquidez de 5.712 millones de euros, un 3 por ciento más que en el ejercicio anterior.
El presidente de Siemens, Heinrich V. Pierer calificó estos resultados como muy buenos y pronostico que para el 2004 crecerán dos dígitos y la facturación uno. Explicó que estos resultados son fruto de una reducción de costes centrales de mil millones de euros, cumplimiento del programa 2003 y una 2003 y una estricta gestión hacia los objetivos. También anunció la decisión de pagar un dividendo de 1,10 euros por acción. El fabricante Siemens registró en su último ejercicio unas ventas de 74.233 millones de euros, un 4 por ciento menos que hace un año, con un volumen de pedidos por valor de 75.056 millones de euros, un 5 por ciento menos que un año antes. La multinacional registró un flujo de caja de 5.712 millones de euros.
El presidente de Siemens destacó que en el cuarto trimestre Siemens tuvo unos beneficios de 724 millones de euros respecto a los 53 millones de hace un año, y el resultado operativo neto (EBIT) fue de 4.300 millones de euros, similar al máximo alcanzado en 2000. En el su último año fiscal, Siemens redujo el empleo en 9.000 personas hasta los 417.000 trabajadores, de los que 5.000 corresponden a Alemania que quedó con 170.000 empleos y 4.000 al resto del mundo con 247.000 trabajadores. V.Pierer dijo que la tendencia es que el número de empleados fuera de Alemania duplique la cifra de los que hay en este país pero que él, cuyo contrato termina en septiembre de 2004, no lo va a ver. Se refirió a los intereses de Siemens en China y sus posibilidades de desarrollo ya que todos los años salen de las universidades 300.000 ingenieros y, de ellos, 70.000 del área de telecomunicaciones. Añadió que 12.000 ingenieros chinos cobran lo mismo que 2000 de Alemania y mientras los alemanes trabajan 1.600 horas los chinos trabajan 2.600.
Frente a esto pidió una política de innovación y de educación en Alemania. Dijo que ocho divisiones de Siemens han cumplido los objetivos previstos para el 2003 y otras cinc (entre ellas las de telecomunicaciones móviles y fijas) han ampliado al 2004 los objetivos señalados en el programa 2003. Explicó que la política de Siemens se centrará en el enfoque al cliente con el objetivo de incrementar el volumen de negocio, especialmente en Estados Unidos y China; en aprovechar los desarrollos tecnológicos que se logren para todas las divisiones y competitividad global. La reforma fiscal que se está planteando en Alemania provocó varias preguntas de los periodistas y los directivos de Siemens señalaron que consideran necesaria una reforma pero advirtió que la reforma de los impuestos industriales podrían incrementar las cargas fiscales de las empresas que cotizan en bolsa y que podría provocar que Siemens centralizara el tráfico de pagos en otro centro fuera de Alemania. Dijo que no se trataba de una amenaza sino de algo que hay que hablar con los responsables políticos.