Así, a partir de esa "filosofía general", cada país miembro atienda a sus "obligaciones" llevando a cabo "las reformas necesarias" para superar la situación "de la mejor forma posible". Solbes realizó estas reflexiones durante la inauguración, en el Palacio Miramar de San Sebastián, del Curso de Verano de la Universidad del País Vasco UPV, Crisis en Europa.
El ex ministro explicó que la estrategia para superar la actual crisis económica en Europa pasa por el "saneamiento del sistema financiero"; una "política fiscal muy activa"; una política monetaria "muy flexible" tanto en términos "de liquidez como de apoyo al sistema financiero"; y la resolución de los problemas de "supervisión a largo plazo".
Tras indicar que, según los analistas, 2009 será el "peor año" de esta coyuntura, con crecimiento "negativo" en Europa y que el próximo ejercicio "no será bueno pero se habrá corregido en parte la tendencia", Solbes indicó que, a partir de "esa filosofía general", cada país miembro deberá atender a sus "obligaciones" para superar la crisis "de la mejor forma posible".
Habrá que "rebobinar las políticas fiscales y monetarias para volver a la normalidad", lo que "no se podrá hacer de la noche a la mañana" y, por tanto, va a suponer "un periodo largo y complicado", insistió. Además, rechazó el recurso al "proteccionismo" desde el punto de vista comercial, ya que los "sistemas de autorregulación no terminan de funcionar en la crisis" y "una mayor regulación supone una menor posibilidad de negocio".
A su juicio, la crisis económica es "un buen momento para hacer cosas", teniendo en cuenta que hay "elementos que habrá que cambiar" en la Unión Europea, desde "modelos de geometría variable, con aplicaciones específicas en algunas políticas concretas".
El ex ministro opinó que el sistema institucional europeo es "enormemente complejo", lo que provoca cierto distanciamiento con la ciudadanía. En este sentido, abogó por llevar a cabo una reforma estructural en las instituciones europeas, especialmente en lo referente al Consejo Europeo que genera "una mayor confusión y unas mayores dificultades", de cara a lograr un aligeramiento de los procesos en la toma de decisiones.
Solbes opinó que el Banco Central Europeo, "bien designado" y "con visibilidad externa y capacidad actuación", sería "una de las cosas que menos tocaría en la Unión", indicó.