Ahora es cuando "se están haciendo más las cosas como yo quería", dice Solbes en una entrevista en el diario El País. Ahora trabaja con su amigo Diego Hidalgo en la "Fundación para las Relaciones Internacionales y el Diálogo Exterior (Fride)". Aunque su vida es menos estresante que la de ministro, confiesa que aún le cuesta dormir.
No tiene problemas en hablar de su duelo con Pizarro. Aquel famoso debate preelectoral en el que ambos líderes iban como números 2 de sus respectivos partidos y encargados de la cartera económica. Un debate donde Pizarro acertó en todos sus pronósticos, al contrario que Solbes.
En este sentido, dice que Pizarro y él "somos amigos desde hace muchos años". Asegura que "no soy anti-Pizarro, nunca lo fui" y lamenta que Rajoy no le dejara de responsable económico del partido ya que "hubiera sido muy bueno, me hubiera permitido poner muchas cosas en común".
Cuando el periodista le pregunta si siente nostalgia por estar en el poder, dice que "siempre piensas que podrías estar ahí y no estás" aunque reflexiona sobre ello y añade que "debes considerarlo más como un alivio que como un elemento de nostalgia". De todos modos insiste, ahora "creo que se están haciendo más las cosas que yo quería que se hubiesen hecho".
En esta línea, sigue diciendo que "uno tiene la sensación de que no insistí suficiente porque se ha podido ir más lejos" y concluye señalando que "cuando me preguntan qué hay que hacer, lo que respondo es lo que hemos hecho mal para que los otros no cometan los mismos errores". "A mi me daban envidia países como Finlandia, Dinamarca o Suecia, con superávit del 3% y el 4%", dice.
Sus problemas con Zapatero
Tampoco tiene inconveniente Solbes en hablar de su relación con Zapatero: "Es verdad que muchas veces las diferencias generacionales hacen que no se enfoquen los temas apropiadamente", señala. Pero no se queda ahí: "Tenemos dos conceptos distintos, y evidentemente siempre hubo ese problema de diferencia generacional en nuestra forma de ver las cosas.
Mi relación con José Luis es buena en términos racionales (...) sí hay un problema de repente en conceptos más técnicos de la política y tenemos una aproximación distinta de la política".