(Libertad Digital) Después de acertar los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del segundo trimestre, publicada hace un par de semanas, el Boletín "Avance del Mercado Laboral", elaborado por AFI-AGETT, augura que en septiembre habrá más de 2,5 millones de parados y a final de año la tasa de paro se situará en torno al 12,5 por ciento de la población activa, la misma cifra que prevé el vicepresidente Pedro Solbes, pero para finales del año próximo.
Este dato demuestra, una vez más, que el Gobierno va por detrás de la crisis. El pasado día 24 de julio, el Ejecutivo volvió a revisar sus previsiones de paro y situó la tasa a final de 2008 en el 10,4 por ciento. Ese mismo día, la Encuesta de Población Activa confirmaba que ya se había alcanzado esa cifra.
Dos meses de destrucción de empleo
Analistas Financieros Internacionales concluyen que este año, la estacionalidad que caracteriza positivamente al mes de julio no ha sido suficiente para evitar que el crecimiento de los afiliados a la Seguridad Social sea negativo, y por tanto, se destruya empleo neto por segundo mes consecutivo.
Según estima este informe, en julio se han creado 15.000 empleos menos que en junio y 132.859 menos que hace un año. Esto corrobora que el ajuste del mercado de trabajo está siendo aún más fuerte que durante la recesión de 1992-94.
Los autores de este informe esperan que en el tercer trimestre comience la destrucción de empleo y durante el cuarto alcance un ritmo interanual del 1,5 por ciento. A su juicio, el balance de 2008 será de 300.000 empleos menos que en 2007.
La construcción ya no es la única culpable
Además, el Boletín de AFI-AGETT asegura que el aumento del paro ya no es sólo fruto del efecto inducido por la construcción. Por sectores de actividad, la construcción continúa presentando los peores registros, pero el resto de sectores muestra cada vez más los efectos generales de la desaceleración real, más allá del efecto inducido por la construcción.
Hasta ahora, las ramas del sector servicios que estaban compensando la destrucción de empleo de la construcción y la industria eran la hostelería y la Administración Pública (con 76.900 y 55.700 empleos nuevos, respectivamente). Sin embargo, para lo que queda de año se espera que la inversión residencial intensifique su desplome, que la industria siga sin tomar el relevo y que los servicios acaben acusando las peores expectativas de consumo y el menor dinamismo de la actividad económica en general.