Este programa, denominado bravo!, plantea el cumplimiento de éstos y otros objetivos de negocio y sostenibilidad con el fin de acelerar el proceso de transformación de la firma de telecomunicaciones.
Durante su discurso, Alierta subrayó que en la actualidad Telefónica es la compañía "número uno" entre las 50 mayores compañías del mundo por capitalización bursátil en términos de rentabilidad por dividendo estimado para 2010 (8,2%). Telefónica, que espera crecer entre el 1 y el 4% anual en los próximos cuatro años, se comprometió el pasado mes de octubre en un encuentro con inversores a repartir un dividendo de 1,4 euros en 2010 y de 1,75 euros por acción en 2012.
En este sentido, Alierta, que recordó en su discurso el perfil de "liderazgo internacional" de Telefónica, segunda compañía de telecomunicaciones del mundo por valor de empresa, reiteró los objetivos financieros comprometidos por la compañía a 2012 y manifestó que Telefónica es una compañía "de crecimiento" cuya prioridad sigue siendo "maximizar el valor" para los accionistas.
Durante el encuentro, el presidente de Telefónica indicó que este programa estratégico les permitirá hacer un seguimiento de los proyectos y de la consecución de objetivos a medio y largo plazo y será "clave" para aprovechar al máximo las oportunidades "únicas" que ofrece la escala de la compañía.
"Creo que las empresas de telecomunicaciones tenemos un papel fundamental que jugar en el futuro del sector TIC y estoy convencido de que para aquellos que seamos capaces de anticiparnos a las tendencias de la industria habrá muchas oportunidades de crecimiento", afirmó.
Por su parte, el consejero delegado del grupo, Julio Linares calificó el pasado ejercicio de "difícil y exigente" y destacó que en este contexto la compañía cumplió sus compromisos y objetivos.
Linares indicó que en el nuevo entorno de cambio, acelerado por la crisis, la innovación, el mercado y los distintos jugadores del sector marcarán un futuro en el que los clientes disfrutarán de más dispositivos, donde el dominio de los 'smartphones' será "determinante" y la demanda de comunicaciones "seguirá creciendo".