LD (EFE) El gobernador del BCE ha comparecido ante la comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo, en la que ha destacado la fortaleza del crecimiento en la eurozona. En su opinión, se dan las condiciones para que la actividad continúe aumentando de manera sólida.
Trichet se ha visto obligado a salir al paso de las críticas de diversos políticos franceses a la política monetaria aplicada por el BCE, haciendo hincapié en la independencia de la institución. El gobernador del órgano regulador de la moneda europea ha recordado al respecto que su tarea consiste en garantizar la estabilidad de precios.
Salariios e inflación
El gobernador del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, ha insistido en que "prevalecen los riesgos al alza a la estabilidad de precios a medio y largo plazo" especialmente por culpa las previstas subidas salariales en algunos Estados miembros, como Alemania, y ha lanzado un llamamiento a los interlocutores sociales para que apuesten por la "moderación" en todos los países de la eurozona. "El Consejo de Gobierno vigilará muy cuidadosamente las próximas negociaciones salariales en los países de la zona euro", ha dicho Trichet en su comparecencia número 13 ante la comisión de Asuntos Económicos de la Eurocámara.
Trichet considera que "los aumentos salariales y de los costes laborales unitarios, si no son moderados, crearían un problema para la estabilidad de precios", si bien reconoce hay diferencias entre las situaciones de cada uno de los países de la eurozona, pero ha insistido en que esta exigencia de moderación se aplica a todos los Estados miembros aunque por motivos diferentes. En el caso de Alemania y Francia, el control salarial resulta imprescindible por el alto nivel de paro. "No se puede discutir que, en el conjunto de la zona euro, y en algunas economías, incluidas las más grandes, el desempleo es muy grande. Sólo eso obligaría ya a la moderación", ha destacado Trichet.
Otros factores que hay que tener en cuenta en la negociación colectiva, según el presidente del BCE, son la productividad y el déficit exterior, en una referencia a países como España. "Hay algunas economías que tienen un gran déficit por cuenta corriente, que están perdiendo cuota de mercado año tras año y también aquí la moderación salarial es esencial para recuperar competitividad", apunta Trichet.
El funcionario ha recordado que la inflación se situó en el 1,8 por ciento en la zona euro en febrero, y que según las previsiones del BCE seguirá cayendo en primavera y verano y volverá a subir a finales de año hasta situarse alrededor del 2 por ciento. De acuerdo con las proyecciones del BCE, la inflación anual media se situará entre el 1,5 por ciento y el 2,1 por ciento en 2007 y entre el 1,4 por ciento y el 2,6 por ciento en 2008.
Además del problema de los salarios, el presidente del BCE ha incidido en otros factores de riesgo que podrían relanzar la inflación, como las posibles subidas del precio del petróleo o de los impuestos en algunos países, el incremento de la masa monetaria, o el aumento de los créditos. En este sentido, Trichet señaló que "el crecimiento de las hipotecas ha mostrado algunos signos de moderación en los últimos meses, aunque se mantiene en tasas todavía altas".
Sólido crecimiento
El presidente del BCE ha destacado que "siguen dándose las condiciones para que la economía de la zona euro crezca de manera sólida". El crecimiento económico internacional es ahora más equilibrado entre las diferentes áreas del mundo y, aunque se ha moderado algo, sigue siendo robusto y permite dar apoyo a las exportaciones de la zona euro.
También la demanda doméstica mantendrá su "fuerte impulso". La inversión seguirá siendo "dinámica" y se beneficiará de un largo periodo de condiciones financieras favorables, reestructuración y ganancias empresariales y mejoras en la eficiencia de las compañías. El consumo se fortalecerá todavía más gracias a los avances en la renta disponible y las mejoras en las condiciones de empleo. Trichet recuerda en este sentido que las proyecciones macroeconómicas del BCE prevén un crecimiento medio anual del PIB en la zona euro entre el 2,1 por ciento y el 2,9 por ciento en 2007 y entre el 1,9 por ciento y el 2,9 por ciento en 2008.