(Libertad Digital) Todo hace prever que el deterioro de la economía española, especialmente focalizado en la construcción, castigará con dureza a la población inmigrante. Este martes el Ministerio de Trabajo, capitaneado desde la pasada semana por Celestino Corbacho, ha publicado la estadística de afiliación de inmigrantes a la Seguridad Social.
Este documento sólo recoge las cifras de extranjeros comunitarios y extracomunitarios con permiso de residencia en nuestro país. Además, distribuye los datos según sector de actividad, régimen laboral y comunidades autónomas. Según los datos del propio Gobierno, en España se han afiliado un 7,59 por ciento más (32.328) que en marzo del pasado año. A 31 de marzo de 2008, había 2.073.658 extranjeros trabajando dentro de nuestras fronteras.
El análisis elaborado por Trabajo no habla, en cambio, de los inmigrantes que permanecen sin permiso de residencia, prestando sus servicios en España de forma irregular. Según un estudio publicado en marzo por el instituto Elcano, sólo en el final del primer semestre de 2007 había en España más de 1.100.000 extranjeros sin permiso de residencia. Teniendo en cuenta que el INE estima que cada año entran en España cerca de 600.000 inmigrantes, el número de ilegales, dentro de nuestras fronteras podría ascender ya a 1.500.000.
No obstante, tomando como referencia tan sólo a los inmigrantes con permiso de residencia en España del Ministerio de Trabajo, la estadística determina con claridad que la mayor parte de los trabajadores extranjeros se concentran en la construcción. En total, la industria del ladrillo aglutina a un 25,5 por ciento de la mano de obra extranjera en España (440.979 inmigrantes).
Esto significa que uno de cada cuatro extranjeros que trabajan legalmente en nuestro país lo hacen en la construcción. Un sector con los tobillos de cristal. El pasado mes de febrero, LD adelantaba un estudio de diversos analistas que advertía que el frenazo de la construcción podría destruir más de un millón de empleos hasta 2010. Según los datos del INEM, el sector de la construcción acoge a más de 2 millones de trabajadores, de los que, casi medio millón son extranjeros.
Pese a que el aumento en estas afiliaciones fueron espectaculares en otros años (sobre todo en 2005 con el proceso de regularización masiva emprendido por Caldera), en este primer trimestre sólo ha subido un 7,5 por ciento. Además, las cifras reflejan que la mayoría de ellos, 1 de cada cuatro (un 25,5 por ciento) trabaja en el sector de la construcción.