En este entorno de "profunda contracción" de la economía, advirtió, el mejor camino para restaurar la confianza pasa por el "análisis sosegado y realista" de los problemas y por el " reconocimiento del impacto real " de la crisis y de los desafíos que plantea. "De nada sirven ni la exageración alarmista ni las llamadas bienintencionadas a la confianza en una pronta recuperación", subrayó.
Intervención de CCM
Por otro lado, MAFO, ha señalado que el caso de la intervención de Caja Castilla-La Mancha (CCM) pone de manifiesto que "deberíamos prepararnos para emplear más recursos públicos que en ocasiones anteriores" en la reestructuración del sistema financiero español , dada la magnitud de la crisis financiera internacional.
En su discurso MAFO ha sostenido que aunque haya entidades financieras españolas que puedan transitar por la crisis sin ayudas "es evidente -como demuestra el caso de CCM- que, si la crisis internacional se prolonga, seguramente será necesario reestructurar algunas entidades de menor tamaño". En este sentido, Fernández Ordóñez enfatizó que, "dada la magnitud e intensidad de la crisis financiera mundial deberíamos prepararnos para emplear más recursos públicos que en ocasiones anteriores".
Un mensaje que choca frontalmente con la opinión del Gobierno. Así, el secretario de Estado de Hacienda y Presupuestos, Carlos Ocaña, aseguró este martes que lo ocurrido en Caja Castilla-La Mancha (CCM) es un "hecho aislado", por lo que el Gobierno, dijo, "no espera que esta situación se repita en ninguna otra caja". "La cosa no va a ir más allá", subrayó Ocaña en declaraciones a Punto Radio recogidas por Europa Press. El secretario de Estado, que volvió a garantizar los depósitos a los clientes de CCM, aseguró que el Gobierno no quiere que ninguna entidad quiebre. "Se la salva, se la reflota, reasignando los activos y asegurándose de que la entidad es viable", añadió.
Pese a ello, según MAFO, los cambios del entorno financiero como el incremento de la morosidad ligada al sector inmobiliario y al desempleo ponen de relieve algunas debilidades del negocio predominante en parte del sector bancario español. "No solo es inevitable, sino saludable, un cierto grado de reorganización de la estructura del sistema bancario que garantice su fortaleza a largo plazo", dijo.
Según el gobernador, uno de los retos del sistema financiero español es conseguir su reestructuración ordenada en los próximos años. A su juicio, la solidez del sistema financiero, cuyo comportamiento tanto en términos de solvencia como de rentabilidad ha sido, desde el inicio de la crisis, netamente mejor que el de otros países de nuestro entorno, "no excluye la necesidad de su reestructuración".