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DEBERÁ SER VOTADO EN LA CÁMARA DE REPRESENTANTES

Washington logra un principio de acuerdo para rescatar al sector del automóvil

La Casa Blanca y los legisladores demócratas han alcanzado un principio de acuerdo para rescatar al sector automovilístico. El importe podría alcanzar los 15.000 millones de euros, según fuentes de la Casa Blanca.

La Casa Blanca y los legisladores demócratas han alcanzado un principio de acuerdo para rescatar al sector automovilístico. El importe podría alcanzar los 15.000 millones de euros, según fuentes de la Casa Blanca.

(Libertad Digital) Según informa la agencia Reuters, el acuerdo solamente es verbal y fue alcanzado a última hora de ayer, por lo que aún faltan los detalles sobre los puntos clave del rescate y poner el convenio por escrito. Los legisladores quieren que se vote en la Cámara de Representantes un proyecto legislativo a este respecto y enviarlo al Senado para su consideración.

"El duro trabajo de ambos partidos ha valido la pena, entiendo que hemos llegado a un acuerdo", dijo Carl Levin, senador demócrata por Michigan, estado donde se encuentran las oficinas centrales de General Motors, Ford y Chrysler.

El rescate está diseñado para permitir que GM y Chrysler eviten la bancarrota mediante la inyección de dinero público con préstamos de corto plazo. Ford no ha pedido ayuda inmediata pero esta interesada en obtener una línea de crédito en caso de que sus finanzas empeoren.

Las partes que negociaron el primer intento de acuerdo la semana pasada establecieron que el dinero saldría de un fondo del Departamento de Energía creado en septiembre para ayudar a que las automovilísticas de Detroit fabriquen coches con un consumo de combustible más eficiente.

Un funcionario del Gobierno consultado por Reuters asegura que los negociadores lograron superar una de las principales preocupaciones de la Casa Blanca: que las compañías que reciban ayudas obtengan las concesiones necesarias y hagan otros cambios para probar que pueden sobrevivir y competir en un mercado libre.

Además de brindar préstamos, la propuesta obligaría a las compañías a responder a un responsable de la Administración designado por el presidente de EEUU, un nuevo "zar' de la industria.

El responsable tendrá poderes para diseñar una reestructuración de las compañías, negando el acceso a más préstamos si se estanca el progreso hacia una reconversión del sector.

La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, promovió para ese puesto al ex jefe de la Reserva Federal, Paul Volcker, que ya fue designado por el presidente electo, Barack Obama, como asesor frente a la recesión que sufre el país.

También prevé que el Gobierno obtenga garantías por acciones de las empresas por hasta un 20% del valor de los préstamos federales que obtengan, lo que podría hacer que la participación estatal en GM suba hasta un 50% del capital.

El Gobierno argumenta que cualquier plan “debe incluir los mejores esfuerzos para garantizar que se devuelva el dinero a los contribuyentes”. A cambio del rescate, los legisladores han pedido que las empresas se comprometan seriamente a restructurar su negocio para ser viables en el largo plazo.

La propuesta también establece el 31 de marzo como la fecha límite para que las compañías presenten los planes detallados sobre cómo van a recortar sus costes.

Otro tema que ha generado dudas entre los republicanos es el uso del dinero de los contribuyentes en el caso de Chrysler, que está en manos de Cerberus Capital Management, una firma privada.

Los fabricantes frenan su expansión internacional

Mientras las negociaciones avanzan en Washington, fabricantes de coches y camiones han anunciado que frenarán sus planes de producción en India y Sudamérica, en una señal de que las ventas en los mercados emergentes no compensarán la recesión en los países desarrollados.

Renault y Nissan recortarán la producción en India, donde antes esperaban un fuerte crecimiento, mientras que la china Chery Automobile dijo que ya no conversa con Chrysler para vender coches compactos bajo la marca estadounidense en Sudamérica

Toyota, la mayor automovilística del planeta, dijo el martes que espera una marcada desaceleración de la producción y en las ventas de vehículos en Europa.

"Vimos un deterioro en los últimos dos o tres meses (...) en los mercados europeos", dijo Arashima a Reuters. "Vemos que se debilita el mercado de autos pequeños también", agregó.

Los republicanos pueden rechazar el acuerdo en el Senado

En una rueda de prensa, el subjefe de Gabinete de la Casa Blanca, Joel Kaplan, dijo este miércoles que aunque las empresas del motor reciban ayudas, ello "no es licencia para que continúen con una mala gestión (empresarial) y malos planes de negocios".

El plan de rescate podría votarse en la Cámara de Representantes, pero es poco probable que esto ocurra en el Senado, donde se necesita al menos el apoyo de diez senadores republicanos para que la medida llegue a buen puerto.

Existe la amenaza de que los republicanos puedan torpedear la votación en el Senado, donde los demócratas no tienen los 60 votos mínimos necesarios para superar las tácticas dilatorias de la minoría.

Sobre ese posible escenario, Kaplan insistió en que el proyecto de ley tiene suficientes salvaguardas y que la propia Casa Blanca ha insistido desde el principio de las negociaciones sobre la urgencia de la "viabilidad" del sector.

Una vez aprobado por el Senado, el proyecto de ley sería enviado al despacho presidencial, con el objetivo de que las empresas reciban el salvavidas la próxima semana y puedan mantenerse a flote al menos hasta marzo de 2009.
 


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