(Libertad Digital) Al igual que sucediera este mes de agosto, durante la Comisión Delegada convocada un día antes del Consejo de Ministros extraordinario y el lunes pasado, durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Zapatero ha decidido hacer uso de la palabra en el pleno extraordinario y sustituirá así a su vicepresidente segundo y ministro de Economía, Pedro Solbes, según han informado fuentes del Ejecutivo a la agencia Efe.
El PP ya ha anunciado que respaldará ambos decretos, el primero destinado a avalar la deuda nueva de las entidades financieras hasta final de 2009, y el segundo a crear un fondo de 30.000 millones de euros –ampliable a 50.000– para adquirir activos de calidad de bancos y cajas. También han adelantado su voto a favor CiU, el PNV, Coalición Canaria y Nafarroa Bai.
El PP ya ha anunciado que respaldará ambos decretos, el primero destinado a avalar la deuda nueva de las entidades financieras hasta final de 2009, y el segundo a crear un fondo de 30.000 millones de euros –ampliable a 50.000– para adquirir activos de calidad de bancos y cajas. También han adelantado su voto a favor CiU, el PNV, Coalición Canaria y Nafarroa Bai.
Puerta abierta a la nacionalización de la banca
Aunque el vicepresidente Solbes lo descarta, el presidente del Gobierno reconoció el pasado lunes que uno de estos decretos autorizará al Ministerio de Economía, hasta el 31 de diciembre, a adquirir títulos para el reforzamiento de los recursos propios de la banca, es decir, acudir a la posible recapitalización de las entidades financieras, por "si fuera necesario".
Sin embargo, no se ha establecido ninguna cantidad. Según afirmó Zapatero después del último Consejo de Ministros extraordinario, "no prevemos ninguna situación de insolvencia y por tanto no establecemos ninguna cantidad. Lo que hacemos es que prevemos el sistema por si llegara alguna situación concreta de recapitalización".
El presidente también concretó que este año el Estado concederá a los bancos avales por importe de hasta un máximo de 100.000 millones de euros, para garantizar la deuda nueva que contraigan las entidades financieras hasta el 31 de diciembre de 2009.