El Consejo Europeo "confirma su determinación a mantener los compromisos objetivos que ha asumido" en política climática y energética, señala el documento de conclusiones aprobado por la cumbre.
Sin embargo, los jefes de Estado y Gobierno se comprometieron a buscar "soluciones apropiadas" en atención a la "situación específica" de ciertos países y sectores económicos, después de que al menos diez de los 27 Estados miembros mostraran ayer reticencias a la amplitud y el calendario de las medidas que prepara la UE.
"El reto climático es demasiado importante como para dejarlo caer por la crisis económica", afirmó el presidente francés, Nicolas Sarkozy, en la conferencia de prensa final tras el Consejo Europeo.
Este mecanismo reunirá a representantes de la presidencia de la UE, del presidente de la Comisión, del presidente del Banco Central Europeo (BCE) y del presidente del Eurogrupo. Podrá ser activado por cualquier Estado miembro en situación de crisis y servirá para mejorar la coordinación en las actuaciones que sea necesario llevar a cabo.
Los Veintisiete se comprometieron a reforzar la supervisión del sector financiero europeo, especialmente de los bancos transnacionales, pero la única medida concreta que adoptaron en este sentido fue la de pedir a los supervisores nacionales que se reúnan al menos una vez al mes.
También reclamaron que las indemnizaciones de despido de los directivos de empresas (calificadas de "paracaídas de oro") dependan de su contribución al éxito de la compañía. Finalmente reiteraron su apoyo unánime a la convocatoria de una conferencia internacional en noviembre y posiblemente en Nueva York para refundar el sistema financiero internacional y evitar que se repitan crisis como la actual.
Apoyo al sector industrial
Pero más allá del sector financiero, los líderes europeos anunciaron que tomarán las medidas necesarias para apoyar a sus industrias frente a la crisis y pidieron a la Comisión que antes de finales de año presente propuestas en este sentido.
Sarkozy reclamó a los 27 que mantengan la coordinación lograda para diseñar el rescate bancario a la hora de elaborar un programa para hacer frente a la amenaza de recesión, aunque dijo que no hay acuerdo en este punto entre los jefes de Estado y de Gobierno.
El presidente francés justificó la necesidad de que la UE apoye a su industria en el hecho de que Estados Unidos está haciendo lo mismo. En este sentido, recordó que la administración norteamericana ha aprobado 25.000 millones de dólares de préstamos a tipo reducido para sus tres fabricantes de coches, lo que plantea problemas de competencia.
"¿Podemos pedir a la industria europea que produzca vehículos limpios y cambiar su aparato industrial en cuestión de meses sin echarles una mano?", señaló Sarkozy.
Por su parte, Zapatero aseguró que los miembros de la UE realizarán un esfuerzo de apoyo a la industria y, "de manera singular", en sectores prioritarios como el automóvil que, "como consecuencia del frenazo económico, tiene que reducir la producción, lo que impacta directamente sobre el empleo".
Las ayudas estatales "ya no son pecado"
En este sentido, el ministro de Economía italiano, Guilio Tremonti, comentó irónicamente que "hasta haces unas horas, estaban prohibidas las ayudas" a la industria, a pesar de que en el Tratado de Roma "hay un amplio espacio" para su aplicación. "Pero todo ha cambiado", apuntaron al unísono Tremonti y Berlusconi a los medios.
"Las ayudas de Estado hasta ayer eran pecado, las ayudas de Estado desde ayer son un imperativo categórico", remachó el primer ministro transalpino.
Cambios contables
Además, la Unión Europea ha acordado de manera unánime revisar las normas contables vigentes en la UE para eximir a los bancos de la obligación de ir devaluando sus activos en función de su valor de mercado. Los 27 países que forman el bloque se han reunido este miércoles en la primera jornada de una cumbre para analizar la crisis económica.
El objetivo de esta modificación es mitigar las consecuencias de las turbulencias en las entidades europeas y equiparar la normativa con la que tienen sus competidores del otro lado del Atlántico, donde ya se había rebajado esa exigencia.
La obligación de incluir en sus cuentas la evaluación de los títulos accionariales que posee, los bonos y derivados con su valor de mercado ha generado "problemas" -según fuentes comunitarias- a los bancos europeos, que han tenido que recortar a la baja muy rápidamente el valor de sus activos en un contexto de alta volatilidad en los mercados.
La enmienda de la normativa contable, que parte de una propuesta de la Junta de normas internacionales de contabilidad (IASB), permitirá a los bancos reclasificar sus activos, de la categoría de "negociables" -que deben ser contabilizados en función de su cotización- a la reservada a las inversiones a más largo plazo.
Esta posibilidad será de aplicación a partir de los resultados del tercer trimestre de 2008, que las entidades comenzarán a presentar en las próximas semanas. La Comisión Europea ha subrayado en un comunicado que la crisis actual justifica el recurso a la reclasificación por parte de las entidades.
En los próximos días, el Ejecutivo de la UE organizará una reunión con todos los actores responsables de la aplicación de la normativa contable en Europa para evaluar la situación y estudiar eventuales modificaciones en lo relativo a los productos derivados y los seguros, entre otros.