El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, recibió el pasado viernes 12 de junio a cuatro ciudadanos; un ama de casa, una estudiante, un bombero y una desempleada. Como testigo, el diario El País.
Una hora de conversación en la que el jefe del Ejecutivo habló de la crisis, del poder y de la Iglesia católica, entre otros asuntos.
Sobre la recesión que sufre España, Zapatero volvió a hacer uso de su peculiar optimismo: "lo peor ha pasado". Y añadió: "empezaremos a crecer en el primer trimestre de 2010, primero o segundo".
Justifica haber negado la grave situación económica cuando ya era una realidad: "¿Alguien podía prever que iba a caer Lehman Brothers y todos los colosos financieros?... esta es la primera gran crisis que vivimos en la sociedad en red".
En opinión del presidente, "parecía un aterrizaje suave y aquí ha sido un aterriza como puedas. En fin, horroroso. En octubre estuvimos a punto de una catástrofe mundial".
Niega el derecho de la Iglesia a opinar
Dice el presidente que "le preocupa" que la Iglesia católica pueda dar su opinión. "Esto no pasa en Europa", espeta, para después añadir que "no hay ningún país en el que la Iglesia, una parte de la jerarquía, pretenda tener un protagonismo en el debate público ni el condicionamiento de la acción política".
Manda un mensaje a la Conferencia Episcopal: "si fueran más moderados sería mejor".
Confesiones del presidente
Zapatero también tuvo tiempo de hablar de su vida privada y de su día a día en La Moncloa. Asegura que duerme "bastante bien" y que tiene los nervios a raya. "Mi mujer me dice: pero, ¿no te vas a enfadar?", revela.
Defiende su optimismo -"si a mí se me ve compungido, abrumado, eso se contagia"- aunque reconoce que "en mi trabajo todos los días hay viento. Tormentas, viento, algún incendio…"
En referencia al poder político, afirma que "lo peor es que creas que es algo extraordinario. Hay que desconfiar del poder. Si uno lo desmitifica, el poder no acaba volviéndote loco… que es un riesgo ¿no?". Preguntado por si puede resentirse su liderazgo, Zapatero rechaza tal hipótesis porque "el liderazgo tiene recorrido".