La revista de la prensa rosa de esta semana está dominada por los eventos Reales. Reales con mayúscula, y es que nos referimos a las variadas actividades de la realeza como son la boda entre Kate y Guillermo y como la brillante cena de gala de los jeques de Qatar a la que asistió la realeza española, y en la que los Reyes y los Príncipes ejercieron de perfectos anfitriones.
Kate Middleton –por si no lo sabían- se casa con Guillermo de Inglaterra este 29 de abril, y su luna de miel (¿será en Escocia? ¿Caribe? ¿Australia?) es la gran incógnita de este número de las revistas. En todas, incluida Diez Minutos, la joven sale haciendo compras e última hora antes de la ceremonia.
En esa misma revista hay un especial de novias de cuento y apología de la felicidad en pareja que encantará a quien guste de estas cosas. Guillermo también tiene su espacio, aunque no tanto. En Diez Minutos tiene un book completo que abarca toda su historia vital. Preferimos la que le hacen a Middleton, mucho más descarada.
La joven va a tener que guardar muy mucho las formas a partir de ahora, y no va a poder hacer cosas tan sencillas como votar; desmelenarse en público; salir sin escolta; jugar al Monopoly (sí, en serio: está prohibido en la Casa Real) y comer marisco (plato prohibido en Buckingham por temor a las intoxicaciones no etílicas). Eso sí, jamás, jamás, le pondrán una multa, no tendrá que ir de compras, lo cual no está tan mal.
Y aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, ¡Hola! se ha decidido por publicar los entresijos de la boda de los Príncipes de Asturias casi siete años después. Resulta que la carpa que se colocó en el Palacio Real "fue la más alta jamás instalada en una celebración semejante". ¿Copiaran Guillermo y Kate a nuestros Príncipes?
Lo de Diez Minutos con las princesas es obsesión: merchandising de princesas, galerías de fotos de princesas, recetas de cocina de princesas, columnas de opinión sobre princeass, princesas por accidente y princesas por sorpresa.
En todos los semanarios rosas, incluido Semana, se muestra gráficamente cómo fueron recibidos los qataríes con todos los fastos por los Reyes en Barajas, para a continuación almorzar en Zarzuela.
El bloque de información real se completa con la asistencia a la misa de Pascua en Mallorca de los Príncipes –y a la que no fue el Rey-, y a la que por primera vez en dos años se sumaron las infantas Leonor y Sofía. También señalamos a Iñaki y Cristina, que ejercen de guías en Washington junto con todos sus retoños al completo, y suman nada menos que cuatro. El motivo, recibir a unos amigos españoles con los que recorrieron la ciudad.
El bloque de la familia Real, que esta semana aparece hiper desarrollado, se completa con una entrevista a Rafael Ansón, el fundador de la Real Academia de Gastronomía, y que dice que la "Reina come muy bien, mejor que el Rey". No se crean que arremete contra Don Juan Carlos. Al contrario, dice que "en la Monarquía, el único apreciado y valorado" es el Rey.
Un daño colateral de este tema es el vestido de Telma Ortiz, del que nos hacemos eco en la pasarela Neptuno. La hermanísima acudió a la final del trofeo de tenis Conde de Godó y lo hizo con un vestido en el apogeo del estampado modelo sofá de abuela.
También Semana nos muestra una foto de la espectacular mansión que se ha marcado Shakira en Miami, así como del adiós a María Isbert y el espectacular porte de Irana Shayk. Pero nada de esto puede competir con el concepto famosos en la playa. Esta vez es Marta Sánchez, que a sus casi 45 años luce un aspecto de lo más lustroso (en el mejor sentido del término) en sus fogosas vacaciones en Miami.
Nos llama también la atención en Semana el aspecto motero de José Coronado, que a sus 53 años va con una joven mucho menor que él de paquete. Ambos llevan cascos así que no creemos que vaya a haber polémica.
Catherine Zeta Jones es noticia también, ya que ha incorporado al rodaje de su nueva película Playing de Field tras ser dada de alta en una clínica psiquiátrica después de su anuncio de que padece trastorno bipolar. La revista da fe también de la ola de famosos declarados bipolares tras el caso de Zeta-Jones, como por ejemplo la juvenil Demi Lovato.
Bárbara Rey es otra constante en todos lo semanarios. La actriz se recupera de una operación de pecho con su pareja, como vemos en Diez Minutos. En la misma revista vemos a Óscar Jaenada y Bárbara Goenaga, dos actores que son pareja y que aparecen fotografiados dando paseos con su retoño en San Sebastián.
Pasamos a Lecturas, que además de la boda Real presta atención a Cristina Lasvignes, que nos obsequia con uno de los monumentales posados de la revista en su refugio en el pantano de San Juan. La que fue presentadora del Tal Cual de A3 anuncia que volverá a los ruedos televisivos tras su descanso. La bermuda de El Duque, ya extensamente tratada en este diario –Pasarela Neptuno de la semana pasada-; la muerte de María Isbert y el hecho de que Michelle Pfeiffer es tauro, como un servidor, son otros motivos para comprar la revista esta semana.
Lo de Hola es un ejercicio de arqueología espectacular. Imágenes de Lady Di y Guillermo, inseparables, y una exhibición de imágenes de la fallecida Diana Spencer –incluyendo una galería comparada con Kate Middleton- compiten con ventaja sobre otros temas. El romance de Mario Casas y María Valverde; la protagonista de Perdidos, Evangeline Lilly, embarazadísima de muchísimos meses –aún sigue pareciendo toda una amazona; y, atención, todo un book de Ana Obregón.
Nos detenemos para informar de la bióloga. La actriz y famosa nos muestras su nueva casa en Miami, que ha adquirido para estar cerca de su hijo, que estudia allí. Obregón sale tumbada en el sofá tomando apuntes con cara de intensidad, con la mirada fijada en algún punto de la pared. Lo que escribe en el libro será mejor que el hombre nunca lo sepa. Dice también que no ha estado con nadie en dos años, que no quiere ninguna relación setnimental, (si, seguro), y que acaba de empezar a escribir un libro con Planeta. ¿El argumento?: su vida. Luego, anuncia, habrá una película para televisión. Y paren las rotativas: Anita está haciendo un curso de inglés.
Por lo demás, Anita aquí, Anita allá, Anita tumbada en la cama desayunando, Anita con sus mejores galas caminando hacia el fotógrafo, alejándose de él, y luciendo un suavizado de arrugas vía Photoshop sublime. ¡¡Princesa!!