Las ventas de productos de cosmética masculina han caído más de un veinte por ciento en el mercado británico. Las de maquinillas y hojas de afeitar, casi un diez por ciento. Es el efecto en el mercado de la crisis, según los analistas financieros, y de un nuevo estilo de hombre, según los estilistas, que no han tardado en bautizar el fenómeno estético de la barba y el descuido como "retrosexual". Se trata de la contraposición de "valores" con la corriente metrosexual, hegemónica durante la primera década del siglo. Frente al varón con un cutis tan cuidado como el de una doncella, frente a la depilación incluso de las piernas, frente al ropero abigarrado; llega la naturalidad, los viejos y someros hábitos higiénicos (un tanto más descuidados), las barbas y un estilo entre "grunge" y lo que algunos no dudan en definir como más varonil que el modelo metrosexual.
La prensa británica incluye entre los promotores de este nuevo estilo, que definen para lo bueno y lo malo, como más natural, a Hugh Laurie, el mundialmente popular doctor House en la ficción, paradigma de un estilo pese a que la serie ya está en sus estertores y es improbable que haya más temporadas. Además, se da la circunstancia de que la empresa de productos de belleza L’Oreal ha elegido a Laurie como su rostro de cabecera, algo que ha sorprendido incluso al propio actor y ahora también músico de jazz. Brad Pitt o Zach Galifianakis, actor de filmes como "Resacón en Las Vegas", son otros de los abanderados del estilo "Retrosexual".