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Los cuadros de Dylan: ¿fruto de la inspiración o puro plagio?

La exposición ensalza "la vitalidad y frescura de los colores y texturas". Los fans del cantautor muestran su decepción en la red. (Volver)

clavius dijo el día 1 de Octubre de 2011 a las 15:16:48:

Efectivamente, elpacieneitor, efectivamente...Bob es un mal cantante, pero también uno de los mejores poetas del siglo XX y lo suficientemente inteligente como para rodearse de buenos músicos para vestir sus versos de hermosas melodías.

¡Ah, y antes que se me olvide, vadecumesco amigo...!

ME ENCANTA COMO CANTA.

Te deseo un plácido domingo.

Erbilyos dijo el día 1 de Octubre de 2011 a las 14:07:24:

Las versiones de obras de otros autores, como dice "2", son legítimas siempre que no se hagan pasar por obras originales, que es lo que hacen Dylan y su galerista.

Han querido hacer pasar a Dylan por un Cezanne, y eso es una impostura y una estafa.

Hay que tener en cuenta que no ha elegido cualquier fotografía, sino obras de grandes fotógrafos, con lo que se ahorraba gran parte del trabajo: la composición, y vampirizaba el talento puesto en esas fotografías sin acreditar al autor original.

alpairo dijo el día 1 de Octubre de 2011 a las 13:41:55:

Otro mentiroso de los muchos sacacuartos que pululan por ahí.

Fineas dijo el día 30 de Septiembre de 2011 a las 22:27:55:

Dylan es un genio. Yo le tengo en gran estima. En este caso ha hecho una genial cagada.

elpacien dijo el día 30 de Septiembre de 2011 a las 16:33:35:

Tan mal (y falso) pintor como cantante, este Sabina norteamericano super sobrevalorado.
De todas formas... ¿no son sus "canciones" duplicados de si mismas enésimas veces?

2 dijo el día 30 de Septiembre de 2011 a las 14:05:17:

Tanto como plagio creo que no, más bien se puede decir que hace versiones de obras de otros autores, tal como ocurre en la música: las mismas canciones de Dylan tienen decenas de versiones. Eso no es ni bueno ni malo, es una forma de trabajar tan válida como cualquier otra. Lo que es una metedura de pata descomunal es versionar imágenes tan sumamente conocidas y presentar la exposición como una serie de imágenes captadas por Dylan en sus viajes. No se a quién se le habrá ocurrido, si a Bob Dylan o al galerista; sea quien sea, se ha cubierto de gloria.

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