Después de la polémica generada a raíz de su caída en Botsuana y la cadena de escándalos que provocó, y el desgaste generado por el escándalo de Iñaki Urdangarín, el Rey ha decidido poner fin a su relación con Corinna.
La princesa ha regresado a su residencia en Montecarlo de manera definitiva y ya no se la verá por España. Corinna ha puesto sus asuntos en manos del prestigioso abogado de Hamburgo Matthias Prinz, representante de la princesa de Mónaco ante los tribunales europeos.
Prinz será el encargado de rastrear todos los medios internacionales en busca de informaciones que puedan dañar el honor de su clienta y entablar la consecuente demanda.
Según las fuentes de Pilar Eyre en LOC, el responsable de la ruptura ha sido el Rey, que ha antepuesto la razón de Estado a sus sentimientos personales, y ha sacrificado "de manera incruenta, pero tajante" su relación con Corinna.
"Quiere rehabilitarse de verdad, tiene la cabeza fría y su pulso no ha temblado en el momento de tomar una decisión. ¡El Rey sabe lo que es mejor para el país, España está por encima de todo!", señalan las fuentes.
"A pesar de lo que decís algunos, tiene el apoyo del stablishment, de los que verdaderamente mandan en el país ¡Todavía lo quieren a él y no al príncipe! ¡Felipe y Letizia tendrán que esperar!
Sobre la Reina Sofía, dice la fuente de LOC que todavía se recuerda en la Casa Real "cuando eran recién casados y había complicidad y también pasión entre ellos... Desgraciadamente, todo eso hace mucho tiempo que se ha acabado". Tampoco tienen desperdicio sus comentarios sobre la propia Corinna: "No sufras por ella... no va a pasar hambre".