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Bisbal demanda a dos dominicanas que le extorsionaron por internet

David Bisbal ha demandado a dos dominicanas que le intentaron extorsionar tras acceder a su correo electrónico. Bisbal exige a las “piratas”, según La Vibra, una cantidad de casi dos millones de dólares. “Podían tirar por tierra todo el trabajo de mi nuevo proyecto discográfico".

David Bisbal ha demandado a dos dominicanas que le intentaron extorsionar tras acceder a su correo electrónico. Bisbal exige a las “piratas”, según La Vibra, una cantidad de casi dos millones de dólares. “Podían tirar por tierra todo el trabajo de mi nuevo proyecto discográfico".

(Libertad Digital) David Bisbal demandó el pasado miércoles a las dos dominicanas que intentaron, supuestamente, extorsionarlo tras conseguir acceder a su correo (habitualmente utilizado para comunicarse con su discográfica). Las dos “piratas” pedían dinero al cantante para no divulgar su contenido, según publica La Vibra.

De acuerdo con la querella, presentada por los abogados del intérprete de Bulería ante la Fiscalía, Bisbal demandó a Massiel Pérez Sarraf y Patricia Molina, actualmente en libertad condicional, y exige una indemnización de unos 1,7 millones de dólares. Además, Bisbal dice que "mi preocupación real y mi miedo no era saber exactamente de cuánta información disponían", reconoció el cantante en un comunicado, según La Vibra.

Según la policía, Pérez Sarraf y Molina le exigieron a Bisbal depositar una suma de 80.000 eurosen el Banco Sabadell a cambio de no difundir por internet informaciones, grabaciones y fotografías íntimas suyas. "Esto era un riesgo muy importante, pues como consecuencia de estos hechos delictivos podían tirar por tierra todo el trabajo de mi nuevo proyecto discográfico", aseguró el cantante.

El intérprete denunció lo ocurrido en un juzgado de Almería, pero no fue hasta una reciente visita a la República Dominicana, con motivo de los premios Casandra, cuando Bisbal aprovechó para demandar a las mujeres.

El caso saltó a la luz a primeros de año. Durante la madrugada del 18 de noviembre de 2008 recibió un correo electrónico anónimo en el que se le advertía que todas sus direcciones habían sido interceptadas, y en el que se le reclamada una indemnización de 80.000 euros. Los mensajes le amenazaban con divulgar sus asuntos privados si no se le ingresaba dicha suma en diversas cuentas bancarias del extranjero.

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