"Hay que dejar claro a nuestra afición que no nos creemos los mejores, ni que vamos sobrados o algo así. Lo que tenemos que hacer es salir a divertirnos, porque sólo así podremos realizar nuestro juego. Tenemos que pelear a muerte. Estamos deseando dar una alegría al país porque lo necesita"
Son palabras del guardameta español cuando falta un día para el enfrentamiento con Holanda. Casillas afronta en la entrevista varios temas candentes, entre ellos los de su relación con la popular periodista Sara Carbonero.
Precisamente sobre este tema, el portero asegura que "han ido a degüello a por mí, han intentado dañarnos, y eso me ha dolido muchísimo, porque no comprendo la mala intención. Me han dado bofetadas y me las he comido en silencio. Y desde luego, no pienso responder con bofetadas a todos los que han ido haciendo daño".
"El problema –continúa- no es que yo temiera que me pudieran descentrar, sino que a este tipo de prensa le importan un pimiento que su comportamiento me pueda descentrar, pueda llegar a hacer daño. A este tipo de prensa le da igual los sentimientos de los demás. Y yo creo que eso, por definición, es un defecto grave". El periodista de El Mundo le dice que todo esto acaba de empezar, a lo que responde "no tengo ni idea porque me es imposible meterme en la mente de los que deciden a por queién hay que ir".
Respecto al estado de forma de los jugadores catalanes en la Selección, Casillas afirma sentirse "orgulloso". "Barcelona ha aportado en los últimos años la base de la selección, pero es que debe ser así porque es el equipo que más jugadores españoles tienen en su primer equipo". "Nos gastamos nuestras bromas en este sentido, pero de verdad que es un placer", asegura orgulloso.
"Puede que sea por mi manera de ser, pero me siento bastante tranquilo". Asegura en El Mundo que "todo lo que teníamos que preparar ya lo hemos hecho"; por lo que sólo queda algo de "tensión deportiva", pero nada de "obsesión perjudicial". "No me hace mucha gracia que nos califiquen como la selección del tiqui-taca", dice, ya que le da impresión de "ligereza o algo así".
Dice en El Mundo que el punto fuerte de la selección es su "seguridad defensiva", ya que lo más claro que tienen es "mantener nuestra portería a cero". Asegura que "a diferencia de en otros deportes, en el fútbol influyen un montón de aspectos que no dependen de uno", y señala, por ejemplo, la presencia del árbitro. Sobre el tema del colegiado de la final, el inglés Webb, Casillas vuelve a mostrarse confiado, pese a que reconoce que "no hayan estado muy acertados con nosotros". "Si tenemos que ganar no creo que sea por los árbitros", opina.
"España es futbolera y, en este sentido, sí que parece que hay una deuda pendiente" con el Mundial puede resolverse positivamente en "el partido de los partidos", dice en respuesta a preguntas de El Mundo. "Nosotros ahora estamos en un momento de fútbol que da envidia, pero es porque se han sentado las bases para hacer algo grande". De todas formas, remata sus afirmaciones diciendo que perder la final no sería un fracaso. "Para perder la final ha habido que llegar y eso sólo lo hemos hecho dos. Nos sentimos orgullosos, pero no queremos pararnos".