Un empleado del hotel Ritz-Carlton de Moscú donde se alojó Angelina Jolie con cuatro de sus hijos durante la presentación de su última película Salt, fue despedido sin miramientos por tomar imágenes de la actriz con su móvil.
Fue la misma Angelina quien dio la orden de echar al hombre cuando descubrió que la había estado grabando. "Faltó poco para que nos prohibieran movernos. Uno de nuestros compañeros grabó algo sin ni siquiera pensar que iba a captar a Angelina. Lo despidieron en el acto", declaró la recepcionista del hotel.
La actriz, de 35 años, había reservado las habitaciones tres semanas antes de su llegada. Y para más excentricidades, la protagonista de Tomb Raider pidió un menú especial para sus hijos, lo que obligó a los encargados de cocina a recorrerse los mejores locales de la capital rusa.
En definitiva, la gran Angelina Jolie ha sido capaz hasta de alterar la rutina de los empleados del hotel Carlton-Ritz de Moscú.