Cuando se reedita su biografía O llevarás luto por mí, El Cordobés se define como una persona "normal" y feliz, a lo que quizá ayuda que se prepara ahora mismo una película sobre su singular vida.
"Yo no he hecho daño a nadie" es otro de sus dogmas. En una artículo publicado por Vanitatis de El Confidencial, tomando de referencia el XL Semanal, contra los únicos que arremete con dureza es contra la prensa rosa.
"Son rebaños de mongolos y mongolas que no dicen más que mentiras". "A mí y a mi familia nos respetan porque nunca nos hemos vendidos, no hemos hecho el golfo. En otro tiempo, una persona que se juega la vida delante de un toro era respetada". Precisamente sobre los toros, asegura que "no es una fiesta salvaje, el que no quiera ser de España tendrá que cambiar su pasaporte para no ser de este lado. ¿A qué viene eso ahora? Mucha gente vive de esto".
Tampoco se corta demasiado a la hora de contar anécdotas de su extensa vida –cumple ahora 75 años-. "La cárcel me enseñó a defenderme para que no me violaran los presos. (...) Yo era una ternera para ellos".
Asegura también no entender de euros, y no haber tratado nunca con los bancos. "Me he dedicado a lo que sé. Compraba fincas malas, las dejaba bonitas y las vendía". Reconoce, no obstante, que la política le interesa mucho: "Sin política no podríamos vivir, alguien tiene que organizar las cosas. Si a mi me alimentara la política, lucharía también por el sillón", dice sin reparos.