Olga y Mercedes, hijas de Salustiano Fernández, un pescador que por curiosidades de la Historia herdó la espada Tizona del Cid Campeador, exigen la devolución de la parte correspondiente del acero, informa El País.
El XV marqués de Falces, último propietario de la estimada espada, hizo a su asistente Sebastián heredero universal junto a su hermana Olga. En 1980 prestaron la espada al Museo del Ejército de Madrid. La hijas de Salustiano consideran que son propietarias de una parte de la espada, que fue vendida por la hermana de Sebastián a la Junta de Castilla y León en mayo de 2008. Poco preciso, el gobierno de Castilla y León dice que pagó por la Tizona entre 1,6 y 7 millones de euros.
Ahora, la espada se expone en el Museo de Burgos, pero Olga y Mercedes considera que la espada debe volver a Madrid, y si no, quieren la mitad del monto pagado por ella.