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Miedos 3D: ¿Se acuerdan de Amblin Entertainment?

Miedos 3D viene a demostrar que los ochenta son moneda de cambio en las salas de cine. Pero lo hace de forma muy diferente a Predators, The Karate Kid o El Equipo A. Se trata, probablemente, de la única cinta de terror infantil en años, un título nostálgico y menor pero que se agradece una barbaridad.

Miedos 3D viene a demostrar que los ochenta son moneda de cambio en las salas de cine. Pero lo hace de forma muy diferente a Predators, The Karate Kid o El Equipo A. Se trata, probablemente, de la única cinta de terror infantil en años, un título nostálgico y menor pero que se agradece una barbaridad.

¿Se acuerdan de Regreso al futuro, Los Goonies, Gremlins o Nuestros maravillosos aliados? Aunque alguna de ellas ha perdido con el tiempo (otras no), comparten varios elementos. Todas ellas son producciones de Amblin Entertainment, fantasías para todos los públicos ideadas por Steven Spielberg y un grupo de directores cercanos a sus intereses que colaboraron a generar un cine industrial y familiar en los 80 que ahora algunos echamos de menos debido a su afabilidad, su carácter aventurero y su aire definitivamente milagroso. Miedos 3D es una modesta pero agradabilísima apuesta de su director, Joe Dante, director de la estupenda Gremlins y otras muestras del estilo, por demostrar que aquellos tiempos sí eran mejores incluso dentro del cine más comercial.

Y pese a su ejecución modesta, Joe Dante demuestra que quien tuvo, retuvo. Miedos 3D es una película de terror adolescente muy bien filmada en la que Dante demuestra que sabe obtener buenas interpretaciones de todo su joven plantel (atención a Haley Bennett) y que consigue generar inquietud y ambiente terrorífico cuando se lo propone. Miedos 3D retoma la línea fantástica y aventurera de títulos como los citados sin que el resultado sea anacrónico y sin que falte nada de lo que encantó en aquellas producciones, desde una familia disfuncional hasta humor socarrón y adolescente en su mejor vertiente, y por supuesto, un elemento sobrenatural que surge desde lo más cotidiano.

A todo ello Dante añade, como antes, su sensibilidad entre psicotrónica, macabra y destroyer (comenzó su carrera en la factoría de serie B de Roger Corman) para un cuento que explota terrores primarios de una forma inusualmente ligera, y por eso mismo refrescante. Sin recurrir a la violencia, la sangre o los sustos gratuitos, Miedos 3D es una cinta de terror adolescente e incluso infantil de carácter menor, pero que permite a todos los públicos experimentar miedos de una manera nada tonta con alegría y comodidad, y en la que Dante se recrea homenajeándose a sí mismo (ese payaso-gremlin, el habitual cameo de Dick Miller...como pizzero) disolviendo la frontera entre realidad cotidiana y fantasía sin llegar a traspasar nunca la línea.

Una pena que el desenlace carezca de la fuerza necesaria y de la intensidad suficiente para cerrar a lo grande la función, dejando que el truco del guión de Mark L. Smith (de resonancias sorprendentemente turbias y cotidianas) pierda sustancia al tornarse explícito. Pero un último apunte sobre el 3D: el filme de Joe Dante no presume de ello debido a su naturaleza modesta, pero exprime mucho mejor que producciones mayores las posibilidades de diversión del formato.

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