Pues esos dirigentes son los que le gustan a Zapatero; con ellos quiere concretar su "alianza de civilizaciones" porque para él eso es más civilizado que el Papa pidiendo perdón, o la Iglesia Católica intentando, desde hace siglos, ponerse al día y librarse de sus atavismos y fantasmas internos.
Como nadie impida esa alianza de cretineces y brutalidades, jóvenes como los de la pélicula no levantarán cabeza sino para colocarse un turbante lleno de explosivos con que reventar a los occidentales tan, al parecer, dañinos, comparados con ellos.