Perdida en algún lugar entre ese bizarrísimo musical gore que fue Repo! The genetic opera y Blade Runner, el filme de Miguel Sapochnik plantea uno de esas distopías en los que las grandes corporaciones toman el control de un futuro cercano pero deshumanizado. En este caso, uno en el que la gente se financia los gastos de las operaciones y trasplantes a través de una compañía privada llamada La Unión. No obstante, ésta dispone de los Repo Men, todo un batallón de cobradores del frac capaces de extraer el órgano por impago, bisturí en mano y por la vía rápida...
La idea de Repo Men no es del todo original pero sigue siendo valiosa. Miguel Sapochnik, a pesar de los pesares, que son varios, firma un interesante debut y consigue que Repo Men no se convierta en un nuevo derivado del cine-videojuego a lo 'Resident Evil' aunque la mezcla de humor cruel, drama, acción y, por supuesto, ciencia ficción, acabe resultando en un film esquizofrénico, que no se decide entre cierta autoconsciencia paródica o el peso específico de maravillas como Minority Report o la hiperviolenta Desafío total.
A Sapochnik le falta capacidad de síntesis y el pulso de la película se le escapa desde el principio. Trata de sorprender aportando un cierto e inesperado sentido del drama que junto a los momentos de comedia negra se sobrepone a la pura acción, que tarda más de una hora en comenzar. Durante ese tiempo, el debutante director se sirve de un excelente Jude Law (intérprete infravalorado e infrautilizado a más no poder) y reparte tantas referencias a la crisis financiera actual y la injerencia de intereses corporativos en la sanidad, como a los futuros distópicos de mil películas de ciencia ficción.
La mezcla no se indigesta, pero no logra cohesionar esa combinación de cinismo y moralidad que el film necesitaba, y al final deriva en un espectáculo hiperviolento e hilarante, abiertamente gore, con referencias más que directas al Paul Verhoeven de Desafío total (como en cierto momento del enfrentamiento final frente a la puerta rosa, o ese giro argumental en el último minuto de cinta, tan atrevido y coherente como carente de ambigüedad). Al final, Repo Men resulta un film ciertamente fallido pero con bastantes puntos de interés.