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The Crazies: Tu vecino es un loco y un depravado

Créanlo o no, las películas de terror siempre han sido un estupendo retrato de su momento histórico. Es el caso de The Crazies, film ren el que los habitantes de un pequeño pueblo se transforman de golpe en sádicos psicópatas. Pero los supervivientes tendrán que hacer frente a una amenaza mayor...

Créanlo o no, las películas de terror siempre han sido un estupendo retrato de su momento histórico. Es el caso de The Crazies, film ren el que los  habitantes de un pequeño pueblo se transforman de golpe en  sádicos psicópatas. Pero los supervivientes tendrán que hacer  frente a una amenaza mayor...

The crazies se inscribe en la moda del remake de terror imperante en los últimos años, esta vez a costa de un film homónimo de George A. Romero (La noche de los muertos vivientes) que casi todo el que la ha visto califica de mediocre. Afortunadamente,  la película de Breck Eisner se apunta al reducido grupo de remakes ganadores, ése que encabezan Amanecer de los muertos, La matanza de Texas o Las colinas tienen ojos, en las que la nueva versión no sólo actualiza el simbolismo y la forma de sus precedentes, sino que se revela capaz de ofrecer un film de terror y evasión que funciona, sin más.

En el caso de la presente, nos encontramos con la violencia explícita de todas las cintas de terror desarrolladas en la América profunda, que parten del ambiente más común para narrar metódicamente la destrucción del sueño americano y el fin de todas las cosas. Una extraña infección convierte, de la noche a la mañana, en asesinos psicópatas a toda una pequeña localidad estadounidense. Aunque hay más que esto: cuando se revele el origen de la plaga, todo cobrará un matiz si cabe más serio.

Todo esto Breck Eisner lo viste de gran producción y se saca de la manga un puñado de escenas muy bien orquestadas y que se suceden sin concesiones ni respiros. Una vez que la infección comienza, y lo hace a los cinco minutos de película, The crazies coge el ritmo y el tono y no lo suelta hasta su final, sin tener que cargar las tintas en un exceso de hemoglobina (que la hay, y en cantidades suficientes), ni atascarse en discursos formales o metafísicos. Al contrario, es un film de terror que huye de cutreces y que parece mucho más caro de lo que probablemente es, pero que a la vez es capaz de incomodar al más pintado con escenas como la que transcurre en la sala de autopsias, o aquella en la que una siniestra presencia acosa a los protagonistas en su propia casa (que culmina en una pelea ciertamente sangrienta).

En definitiva, aunque el ardid de The crazies es simple, el film de Breck Eisner nunca cae en la caricatura y conserva toda la potencia de la idea (y su simplicidad narrativa), demostrando un pulso inesperado a la hora de presentarla y prolongar el suspense. Una lástima que abuse de los lugares comunes y de sustos ciertamente innecesarios, que rebajan un tanto el nivel de lo que ha conseguido hasta entonces, o que la cinta carezca de personajes realmente interesantes que rematen las ideas. Pero aún así The crazies puede presumir de oficio y de ser una buena película de terror: su falta de originalidad no la arruina en absoluto, lo que en la actualidad no es tan fácil de lograr.

En Chic

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