La madre también le hace la cera para evitar el vello corporal que pudiera tener la niña, que asegura que "me siento como una supermodelo y si hago ballet o voy a nadar, no me tengo que preocupar por unas piernas peludas", dice la pequeña Campbell Britney.
Los retoques en frente, labios y contorno de ojos de la pequeña de ocho años son "para ayudarla a convertirse en una estrella", ha asegurado la madre, Kerry, a la prensa. "Sé que un día será modelo, actriz o cantante", dice su madre, una esteticista de 34 años residente en Birmingham.
La niña parece encantada con los resultados y de hecho exige nuevas inyecciones para eliminar las arrugas que dice tener en el rostro. "Cada noche compruebo si tengo más arrugas y si veo alguna quiero más inyecciones". "Al principio solían hacer daño, pero ahora no lloro tanto", remata la pequeña, que dice que quiere una operación de pechos y de nariz pronto, "para poder ser una estrella".
La madre asegura a The Sun que "está segura de que la gente que lea esto pensará que estoy siendo irresponsable, pero me aseguro de probar el botox" antes de inyectarlo. "Todo lo que quiero para Britney es que sea más fácil para ella convertirse en superestrella".
Kerry se encuentra ahora en San Francisco y hace a su hija participar en diversos concursos de belleza. Asegura que en esos círculos su conducta no es nada extraña. "No estamos haciendo nada ilegal, y no quiero ser la única que no ayude a su hija".
"Cuando sea una superestrella que gane millones, me estará siempre agradecida por lo que hice cuando era tan joven", dice la madre en The Sun.