Llegó el momento de Alberto. El líder del PP de Galicia se siente a gusto pateando la calle, hablando de tú a tú con los ciudadanos. Mejor en la plaza del pueblo que sobre las alfombras de las Cortes. Nadie le discute que tiene don de palabra, pero una legislatura después también puede ofrecer un balance económico que sirve de ejemplo a otras comunidades; facturas pagadas y déficit público estable. Este sábado, el PP gallego proclama formalmente a Núñez Feijóo candidato a los comicios del 21 de octubre.
Bajo el lema "Galicia por encima de todo", el barón estrella del PP busca revalidar su mayoría absoluta en las urnas. Según las encuestas para consumo interno elaboradas en el mes de julio, coincidiendo con el anuncio electoral, no tendrá problemas de revalidarse en el cargo. Pero él, ante Mariano Rajoy y el resto de la dirección nacional, pide no bajar la guardia y alerta de que la victoria no está asegurada; llama a una movilización como nunca antes, con la cabeza alta por todo lo hecho por la región, que la lleva a ser pionera del conjunto nacional.
Su equipo ha diseñado una estrategia clara: escenificar a un PP fuerte y unido frente al resto de formaciones, sin liderazgos claros y pullas internas, que volverían a traer el caos y el despilfarro en la Xunta. Tal ha sido la respuesta de las bases que la Organización del acto de proclamación, que se celebrará en Santiago de Compostela, se ha declarado desbordada porque las confirmaciones han sobrepasado todas las expectativas. Todo el partido estará arropándole, y también asistirán ministros del Gobierno central.
Feijóo no quiere que se desvíe la atención: busca hablar de Galicia, y de lo que ha hecho durante estos años. "Será la primera comunidad en salir de la crisis económica", promete. Cree que "se ha anticipado a recuperar el tiempo perdido del bipartito" y que sus políticas se copian en el resto del país. El presidente del Gobierno tiró de esta idea, el pasado fin de semana en Sotomayor (Pontevedra), para presentarle como referente: "Vio la crisis, sentó las bases para superarla y ahora lidera la salida". E insistió: "Es capaz de hacer frente a sus deudas, algo que desgraciadamente no pueden decir todos".
El dilema es claro, a ojos del PP: un Gobierno, liderado por Feijóo, que siga luchando contra la crisis y que lidere la recuperación frente a un reeditado bipartito -incluso peor, compuesto por más partidos por la incapacidad de gobernar- en el que tengan voz desde independentistas a la izquierda más radical.
"Mientras España tiene que aplicar nuevos ajustes y tiene dificultades para mantener servicios públicos, Galicia es la comunidad más solvente. Pero no es suficiente, es necesario un nuevo planteamiento. Una Galicia blindada económica y públicamente", resume Feijóo.