El candidato del PPdeG a la presidencia de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, manifestó hoy en un discurso tras la presentación de las listas de su partido en Lugo, su garantía de un "proyecto económico y de responsabilidad" para Galicia "porque nosotros no nos presentamos para hacer política de innovación".
Ante un abarrotado auditorio, en un acto celebrado en la sede de este grupo en la ciudad amurallada, recalcó que el objetivo de esta fuerza es iniciar una etapa de crecimiento económico, creación de empleo y bienestar.
Para lograrlo, precisó, debería estar al frente del gobierno gallego un equipo que se presenta con "humildad", y, con la mirada puesta en la inminente campaña, Feijóo explicó que "empezamos un partido con la humildad que debe tener cualquier jugador" y que pasa por "no dar nada por ganado".
Así, garantizó que en caso de que el PP salga triunfante el 21-O "volveremos a decir la verdad, por muy cruda que sea", y recordó que "nadie daba un duro por nosotros" en 2009, y se consiguió la mayoría absoluta, "también decían que no seríamos capaces de cuadrar las cuentas públicas", y se ha hecho, afirmó, y lo mismo aconteció, dijo, con las "mejoras sociales".
"Ahora", agregó, "estamos con la misma determinación, la de iniciar una etapa de crecimiento", con un capital humano -el del PPdeG- que "escucha, toma decisiones y cumple".
Así, apeló a que "las cuentas están claras", afirmó que la Xunta "sigue pagando" y que no fue necesario acudir al fondo de liquidez autonómico. "Somos lo que dijimos, somos lo que hicimos y somos lo que conseguimos, ese es nuestro balance, pero también nuestro pasado", apostilló.
Feijóo indicó que no es momento de mirar atrás, sino hacia el futuro, y afirmó que si se presenta de nuevo es "gracias al apoyo de mi partido", en contraposición con lo que ocurre en el PSdeG, a su juicio con un candidato accidental, Pachi Vázquez, después de que el anticipo electoral frustrase las primarias de los socialistas.
Aludió a él únicamente de forma velada, pero remarcó que el PPdeG se presenta para que Alberto Núñez Feijóo sea su presidente, "no votaríamos a alguien para presidente que no fuese en nuestras listas", puntualizó en referencia a posibles pactos postelectorales.
Si los populares ganan, subrayó que el día 22 de octubre, por la mañana, empezarían a trabajar, "no como otros" que, en caso de tener opciones, "empezarían a verse y mirarse de reojo, a ver quién es el presidente, porque yo también quiero serlo...".
"Galicia no está para perder el tiempo", concretó, y rememoró el mandato coaligado de PSdeG y BNG, con Emilio Pérez Touriño y Anxo Quintana como presidente y vicepresidente, respectivamente, para hacer ver que ya ha sido "suficiente".
"Nosotros (el PP) somos un equipo que juega en distintos lugares, pero dentro del mismo equipo", sostuvo, "no hay individualismos, hay un equipo que no tiene más objetivo que el de acertar, nosotros no vamos a ir a las urnas para decir una cosa y hacer la contraria".
Feijóo no solo se refirió a aspectos económicos, sino a la política lingüística del PPdeG, "que es conocida", "no una subasta" entre partidos nacionalistas, en alusión a lo que ocurriría entre el BNG y sus escisiones, la Anova de Xosé Manuel Beiras, y Compromiso por Galicia de Xoán Bascuas.
También señaló que los populares llevan en su programa la reducción de diputados de 75 a 61 y vaticinó que, bajo un gobierno popular, se seguirán construyendo en Galicia hospitales públicos, aparte de que se firmarán "contratos de crecimiento económico".
En momentos de extrema dificultad, como los actuales, insistió en que la política debe ser "una noble vocación" de servicio al país, no al partido, y que nunca debe ser contemplada como "un refugio".
Feijóo confesó que tiene las mismas energías "que el primer día" que se decantó por servir a su país, y de Galicia, su tierra, destacó que "nos gusta como es, y en el PP creemos en Galicia como es, porque los gallegos vivimos aquí desde hace siglos" y "sabemos lo que somos".
Antes de su intervención, la cabeza de lista lucense, Raquel Arias, en esta legislatura delegada de la Xunta en Lugo, pidió a los militantes y simpatizantes todo su esfuerzo para que el PP siga gobernando Galicia, y pronosticó que gracias a este respaldo y al trabajo hecho, "Galicia va a seguir siendo del PPdeG, porque es lo que los gallegos necesitan".
El presidente provincial y portavoz en el Senado, Xosé Manuel Barreiro, alabó la gestión de la Xunta durante este mandato, contrapuso un "partido con futuro" a "la incertidumbre y el caos", que representan los demás; significó que mientras Cataluña cierra hospitales, Galicia los abre, y se despidió con un contundente "a por el escaño nueve en Lugo".