Tal día como hoy, 25 de septiembre, pero de 2008, Libertad Digital lleva en su portada la última ocurrencia del Ministerio de Vivienda: "Corredor recupera los 'minipisos' de Trujillo: 30 metros cuadrados por pareja". Se refiere el nuevo Plan de Vivienda 2009-2012 para el que la titular de Vivienda establece la superficie mínima de los pisos protegidos en 30 metros cuadrados y prohíbe comprarlos a las rentas bajas por lo que los posibles compradores no pueden destinar más del 40% de su renta al pago de la hipoteca.
Beatriz Corredor decidió recuperar esta fórmula a pesar de las críticas y el sonoro fracaso que supuso la política de "minipisos" lanzada por su predecesora, María Antonia Trujillo. Por aquel entonces, la ministra Trujillo justificó esta decisión porque este tipo de inmuebles "son una modalidad de vivienda que demandan muchos jóvenes en España". Argumento que se desmonta con la ministra Corredor al extender "el plan de todos y para todos".
Zapatero llegó al Gobierno de España con la promesa de crear 180.000 viviendas de protección oficial al año. Trujillo las transformó, primero en "actuaciones" y después en "soluciones habitacionales". Además, su programa de vivienda joven se basó en las 'Kelifinder', pero el anuncio no superó las 24 horas en emisión debido al escándalo que provocó que un ministerio cambiara el derecho a la vivienda digna por unas zapatillas, que regalaba el Ministerio para que se "pateen" las calles en busca de la vivienda soñada.
El expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, llegó al poder y anunció el 17 de marzo de 2004 la creación del Ministerio de Vivienda "porque éste iba a ser uno de los principales problemas a los que se iba a enfrentar el Ejecutivo socialista". Desde entonces y hasta su supresión en octubre de 2010, éstas han sido las ocurrencias más controvertidas dentro del Ministerio.
Tras el fracaso del mismo, que acabó siendo una Secretaría de Estado de Vivienda dependiente del Ministerio de Fomento, cuyo titular fue por entonces José Blanco, Zapatero se justificó en su último Debate sobre el estado de la nación reconociendo que "si me arrepiento de algo, que no era fácil, evidentemente es de no haber pinchado o intentar pinchar la burbuja inmobiliaria con la que conviví durante dos o tres años".