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El camarote de los hermanos Marx

Y si no gana Feijóo, ¿qué pasaría? La alternativa al actual presidente gallego es un cóctel de siglas, egos y radicalismo.

Y si no gana Feijóo, ¿qué pasaría? La alternativa al actual presidente gallego es un cóctel de siglas, egos y radicalismo.

Alberto Núñez Feijóo derrotó en las urnas, contra todo pronóstico, al Gobierno de coalición entre PSOE y BNG, que lideraban el presidente Emilio Pérez Touriño y el vicepresidente Anxo Quintana. De aquel 'bipartito' Galicia heredó una ruinosa gestión económica y una conflictividad social derivada de las políticas de imposición de los nacionalistas, especialmente en el ámbito lingüístico.

Pero la herencia entre sus propias filas no fue mejor. Del Gobierno Touriño-Quintana, cuatro años después, no quedan ni los escombros. La inesperada derrota cogió a socialistas y nacionalistas con el pie cambiado y desde entonces no levantan cabeza. Ambos partidos están inmersos en una crisis interminable, que en el caso del BNG ha llegado a la descomposición y ruptura. El panorama actual de la izquierda y nacionalistas que concurren a las elecciones gallegas es el siguiente:

 

  • PSOE: Desde la dimisión de Emilio Pérez Touriño, el PSdeG lleva cuatro años buscando líder sin fortuna. Pachi Vázquez asumió la secretaría general de forma interina y adía de hoy es el candidato a la Presidencia de la Xunta. El único aval con el que cuenta en el partido es que "no había otro a quien poner". Entre las muchas opciones que sus propios compañeros de partido han barajado para sustituirle, su momento se especuló con la opción de José Blanco, pero el que fuera mano derecha de Zapatero, salpicado por la Operación Campeón, ni dio el paso al frente. Otro ex minisitros de Zapatero, Francisco Caamaño se dedica a maniobrar desde la dirección provincial de La Coruña contra Vázquez. Así, el PSOE concurre a las elecciones con la difícil misión de convencer a los gallegos de que confíen en un líder en el que ni ellos mismos creen. Por si fuera poco, a pocas semanas de la cita electoral, Francisco Rodríguez, alcalde de Orense –el único reducto de poder, junto a la alcaldía de Vigo y Lugo, que le queda al PSOE en la región– ha tenido que dimitir, tras ser detenido acusado de varios delitos de corrupción en la Operación Pokemon.

 

  • BNG: Si el PSOE se quedó sin líder, el Bloque Nacionalista Galego se ha desintegrado literalmente. El Bloque no es formalmente un partido, sino una coalición de varios partido o un "frente" como a ellos les gusta decir. Desde sus inicios, el partido matriz la Unión do Pobo Galego (UPG) ha dirigido la coalición con mano de hierro, lo que siempre generó tensiones con los grupos más minoritarios. Al calor del poder y cuando los resultados electorales acompañaban se consiguió un frágil equilibrio entre todas las sensibilidades, que en este último año saltó por las aires con dos escisiones que han dado lugar dos nuevos partidos: A Nova Irmandade Nacionalista y Compromiso por Galicia. De todas formas, el BNG seguirá siendo la fuerza de referencia del nacionalismo gallego, ya que la UPG era y es el partido que aportaba más militantes y con mayor influencia social. Su candidato en estas elecciones es Francisco Jorquera, actual líder de la UPG, y que ha ejercido en los últimos cinco años de portavoz parlamentario del BNG en el Congreso de los Diputados.

 

  • ANOVA-EU: Es una de las escisiones del BNG encabezada por el que fuera líder de la coalición entre , Xosé Manuel Beiras. A sus 76 años sus rasgos ególatras y excéntricos están todavía más acentuados. Abandonó el BNG, junto con su corriente Encontro Irmandiño, tras décadas de disputas internas y luchas intestinas con la UPG. Aunque de cara al exterior siempre se ha justificado estos enfrentamientos por las divergencias ideológicas con la UPG, a quien acusaba de radical por su carácter marxista-leninista, pronto ha quedado bien claro que no eran más que peleas por el poder interno dentro del BNG. De hecho, Beiras, lo primero que hizo tras dejar el BNG por "radical" fue aliarse con la Frente Popular Galega, partido independentista de extrema izquierda. La FPG, liderada por el poeta y presidente de la Real Academia Galega , Xosé Luis Méndez Ferrín, fue en tiempos el brazo político del terrorista Exército Guerrilleiro do Pobo Galego Ceibe, y ha concurrido en con candidaturas conjuntas con Batasuna-ETA. Para completar el sainete siniestro, después de aliarse con los independistas ha completado la coalición electoral la franquicia gallega de Izquierda Unida, partido de ámbito nacional, que hasta ahora era irrelevante en Galicia, y Equo. Beiras se presenta con el discurso de la extrema izquierda antisistema, adornado con su peculiar estilo mesiánico. El veterano político parece mantener cierto tirón en algunas sectores de la sociedad gallega y la mayoría de las encuestas pronostican que logrará más de un escaño.

 

  • COMPROMISO POR GALICIA: Es el otro partido que aglutina a escindidos del BNG. Su candidato es Xoán Bascuas, que apenas tiene trayectoria política relevante. Fue delegado de la Consejería de Vivienda, durante el bipartito. Impulsó dentro del BNG la corriente Máis Galiza que tras la escisión terminó cristalizando en Compromiso por Galicia, al unirse con otros pequeños partidos como Acción Galega, Terra Galega, PNG-PG, TEGA, PG, PGD, CG. Aunque se presentan como la cara más moderada y amable del nacionalismo, negociaron una alianza con Anova. La coalición no fructifió por la negativa de Compromiso por Galicia a concurrir con un partido "español" como Izquierda Unida. Sus perspectivas electorales son peores que las de Anova-EU, aunque podrían conseguir algún escaño.

 

En definitiva, en caso de que Núñez Feijóo pierda la mayoría absoluta, lo que fue el bipartito se transformaría en un pentapartito, que a su ver reproduciría otros pentapartitos entre sus coaliciones de siglas infinitas. Un escenario de consecuencias imprevisibles para el futuro de Galicia y de la Nación española.

Existen otras opciones de voto como UPyD, aunque este partido nunca ha tenido buenos resultados en Galicia y, según las encuestas, está lejos de conseguir algún diputado. Las palabras de Rosa Díez sobre Zapatero "es un gallego en el peor sentido de la palabra" cayeron muy mal en la región y han generado bastante antipatía hacia Díez, lo que ha lastrado el crecimiento del partido en Galicia, al contrario de lo que sucede en el resto de España. 

La nota estrafalaria de las elecciones la pone el ex banquero Mario Conde, que comparte con Beiras su gran ego y el mesianismo. Su puesta en escena, a modo de predicador televisivo, en un gran escenario con luz tenue por el que se movía gesticulando micrófono en mano, ha sido muy comentada en las redes sociales. Especialmente el repentino y claramente forzado acento gallego con el que se expresó, que ha dado lugar a todo tipo de chanzas y comentarios jocosos.

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