Son pocos pero ruidosos. De tendencia separatista y ultranacionalistas el autodenominado Foro de Curas de Vizcaya ha arremetido duramente contra la Conferencia Episcopal Española por defender la unidad de España como un bien moral a preservar. Estos curas no llegan al 20% del total de sacerdotes de la diócesis bilbaína y muchos de ellos están ya muy entrados en años y apenas tienen poder de convocatoria.
Según informa Efe, esta agrupación defiende que los católicos puedan tener su propia opinión sin "intervencionismos eclesiales". La misma opinión que han negado durante años en sus parroquias a los fieles que no comulgan con el independentismo y la complacencia con ETA.
De este modo, añadía que "todos los ciudadanos católicos están llamados a elaborar de manera adulta, sin proteccionismos ni intervencionismos eclesiales, sus propias opciones políticas analizando la situación real". En su texto, se muestran partidarios de "favorecer un afrontamiento sereno de las diferentes y legítimas maneras de articular políticamente la unidad y la diversidad".
Igualmente, intentan justificar sus postulados añadiendo que el derecho de autodeterminación se ha reconocido en Quebec (Canadá) o en Escocia (Reino Unido) y que el papa Juan Pablo II lo avaló en 1995 durante una intervención en la ONU cuando dijo que "puede haber circunstancias históricas en las que agregaciones distintas de una soberanía estatal sean incluso aconsejables".
Juan Pablo II, contra los separatismos
Sin embargo, este grupo de curas vizcaínos no lleva razón y pese a las críticas al documento del Episcopado español, los argumentos no varían a los utilizados por Juan Pablo II y los obispos italianos ante el desafío secesionista de la Liga Norte en Italia.
En 1994 el Papa escribía una carta a los obispos italianos en los que advertía del riesgo de estos movimientos secesionistas. De este modo, indicaba que se refería "especialmente a las tendencias corporativas y a los peligros de separatismo que, al parecer, están surgiendo en el país. A decir verdad, en Italia, desde hace mucho tiempo, existe cierta tensión entre el Norte, más bien rico, y el Sur, más pobre. Pero hoy en día esta tensión resulta más aguda. Sin embargo, es preciso superar decididamente las tendencias corporativas y los peligros de separatismo con una actitud honrada de amor al bien de la propia nación y con comportamientos de solidaridad renovada". Además, en otras ocasiones el Pontífice y los presidentes de la Conferencia Episcopal Italiana declararon que "la unidad de Italia es indiscutible".
Quiénes son estos curas
La forma en que surgió el Foro de Curas de Vizcaya ya deja muy a las claras cuál es su espíritu. Lo hizo en 2010 como respuesta al nombramiento de Mario Iceta como obispo de Bilbao. En consecuencia, contra "la orientación conservadora de la jerarquía eclesial" y por tanto por el cambio de rumbo de la iglesia vasca comenzado con Ricardo Blázquez y acabado con Iceta, que decidió ordenarse fuera del País Vasco.
Su poder de convocatoria en este tiempo se ha demostrado más bien escaso y su resonancia se ha debido más a la publicidad que los distintos medios nacionalistas le han dado que al poder real que estos curas han podido demostrar.
El precedente reciente en Cataluña
El pasado mes de septiembre ocurrió algo similar en Cataluña cuando otro grupo de curas emitió otro comunicado. Englobados en el foro Joan Alsina, unos 80 sacerdotes se sumaron a las reivindicaciones independentista pidiendo un "proyecto de una Cataluña respetada" y "libre en sus decisiones" y criticaron duramente el modelo "uniformador y dominador de España".