Se sabía que la situación económica que atraviesa la Junta no le iba a permitir seguir con su reparto de ordenadores gratuitos entre los alumnos de 5º y 6º de Educación Primaria y 1º y 2º de Enseñanza Secundaria Obligatoria (ESO), como se venía haciendo desde 2003. Lo que no se sabía es que la Junta, a la hora de aplicar el recorte, iba a discriminar abiertamente a los alumnos de la Enseñanza Pública de los alumnos de la Enseñanza concertada. La táctica usada es considerar a los centros como receptores de los portátiles, no a los alumnos.
La consejera de Educación, Mar Moreno, anunció ayer que distribuirá 27.500 portátiles entre los 1.829 centros educativos públicos existentes en Andalucía y que éstos pasarán a ser los propietarios de las terminales que podrán prestar a los alumnos de forma puntual para que "puedan trabajar en casa". Hasta ahora se entregaban 90.000 y a los alumnos de forma personalizada.
Sin embargo, los alumnos de los centros de la enseñanza concertada quedarán ahora excluidos del nuevo plan tecnológico, cosa que no ocurría antes. Moreno ha argumentado que ahora "se trata de equipamiento de material para los centros, no para el alumnado" y que el equipamiento corresponde, legalmente, a los centros concertados.
Consecuentemente, habrá ordenadores para menos de un tercio de los alumnos que han empezado 5º de Primaria (90.000), que son los únicos de los cuatro cursos incluidos en el programa autonómico TIC que no dispondrán de un ordenador personal conectado a Internet. La medida no afecta a los de cursos superiores, a los que se les facilitó hasta el pasado curso un ordenador.
Ahora serán los centros los propietarios de los equipos y los pueden prestar a los menores para el trabajo en el centro educativo o en sus casas de modo que "todos" sigan disfrutando de los ordenadores.
La culpa de la decisión de la Junta es de Rajoy
Moreno ha explicado que ésta es una de las consecuencias de las medidas de ajuste en la educación llevadas a cabo por el Gobierno central, que ha suprimido en este ejercicio las ayudas que desde 2009 aporta a la inversión en tecnología en las aulas. "La supresión hace imposible que la Junta siga en solitario y hemos preferido invertir en profesorado para mantener la misma ratio de alumnos por aula", argumentó. Criticó asimismo al PP, al que reprochó que "quiere volver a una escuela propia de los sesenta sin ordenadores".
La consejera andaluza defendió este plan alternativo porque "no podemos interrumpir un proceso de adaptación tecnológica". Se gastará 5 millones de euros frente a los 22 que harían falta en el caso de haberse repartido ordenadores gratis como en años anteriores. Los ordenadores, señaló, empezarán a distribuirse "a finales de mes".