El rumor había llegado demasiado lejos y demasiado pronto. A apenas dos días de las elecciones vascas, y con un rumor constante en el partido sobre su traslado a Madrid para pasar a la política nacional -con vistas a liderar la sucesión de Rubalcaba-, Patxi López decidió ponerle freno a las especulaciones adelantando sus intenciones. En rueda de prensa desde Bilbao para analizar los resultados del 21-O, Patxi López aseguró que "no se plantea" ser senador, que se quedará "al frente" del PSE y que incluso pretende presentarse a la reelección como líder del PSE en el congreso regional de principios de 2013. Y eso, a pesar de que reconoce que "no se han cubierto las expectativas electorales".
"La decisión la tiene que tomar él", dijo esta mañana Trinidad Jiménez. "Lógicamente, la respetaremos y nos parecerá muy bien", añadió desde el Senado Marcelino Iglesias. No obstante, el movimiento de Patxi no se entiende sin otro que se producía esta mañana en el senado. Según fuentes parlamentarias, el portavoz socialista, Marcelino Iglesias, fue quien precisamente confirmó a un grupo de periodistas: "Patxi López viene al Senado".
La confirmación llegaba después de fuentes parlamentarias socialistas que aseguran que "está cerrado". A pesar de la debacle del domingo, tras perder un tercio de votos que le deja en los 16 escaños frente a los 25 de 2009, da el salto a la política nacional. El derrotado lehendakari ocupará una plaza en la Cámara Alta a desginación del parlamento autonómico vasco, al que, tras las elecciones autonómicas, le corresponde designar tres escaños. "Tiene sentido que ocupe esa plaza", dicen fuentes parlamentarias socialistas.
La noticia que no parece definitiva "suena rara" en los círculos políticos de Madrid ya que coincide con el runrún que desde hace meses se viene escuchando sobre el papel que Patxi López podría tener como sucesor del partido. Su afinidad y amistad personal con Rubalcaba no es ninguna sorpresa. Muchos recuerdan que, "gracias a él, Rubalcaba pudo alzarse con la victoria en el 38 Congreso". Otros, sin embargo, dudan de su legitimidad: "Tras la derrota, no sé yo si podrá...".
Sin embargo, y tras los resultados de este domingo, son los propios socialistas quienes recuerdan que "no hay ningún líder del PSOE que no haya sufrido una derrota electoral de al menos diez puntos porque también ocurrió en Asturias y Andalucía y allí gobernamos". En otras palabras, que haber sufrido una derrota electoral como la de Rubalcaba a nivel nacional o Chacón en clave autonómica parece casi un requisito en esta formación.