Augusto Delkáder ha sido el protagonista de un desayuno informativo del Foro de la Nueva Comunicación que se ha celebrado en un conocido hotel de Madrid. En él, en un discurso leído en tono monocorde y con una falta de entonación muy llamativa para quien se supone que es un hombre de radio, el de Prisa ha desgranado sus opiniones sobre la situación de su grupo empresarial, el periodismo y el momento político de nuestro país.
Entre los asistentes más ausencias que presencias, sobre todo porque los miembros del consejo de dirección de Prisa se encuentran en Nueva York. Aún así, se han podido ver rostros representativos de la política española, llegados sobre todo de la izquierda: Manuel Chaves y su inseparable Gaspar Zarrías, Tomás Gómez o el exvicealcalde de Madrid, Manuel Cobo. También se ha podido ver a compañeros del propio Delkáder como Iñaki Gabilondo, que ha ejercido de presentador, o el que le sustituyera en la programación de la SER, Carles Francino.
Poca autocrítica
Delkáder no ha abandonado el previsible guión corporativo para afrontar los problemas Prisa, en estos días en las primeras planas después de que se anunciase un ERE en el diario El País. El de la SER ha considerado los despidos "inevitables" y ha asegurado además que "los sacrificios" en su grupo "se están repartiendo por todos los barrios y a todas las personas", una afirmación que a no pocos sorprendería vistos los ingresos del ausente Juan Luis Cebrián.
En una de sus intervenciones Delkáder ha querido señalar que "los problemas de Prisa no se han generado después de la muerte de Polanco", sino que se deben a "errores que se cometieron entonces y que cometimos entre todos".
No obstante, también ha querido reseñar que "el grupo tiene presente y tiene futuro" y ha dirigido un sentida crítica a los que encuentran "placer y divertimento en agrandar los problemas", ya que Prisa es "una empresa privada con sus accionistas" y posee medios "que son muy importantes desde el punto de vista institucional". "Estas cosas de comer – ha remachado visiblemente molesto – habría que cuidarlas un poco más" ya que "si el grupo tiene problemas debería preocuparles a todos los ciudadanos".
La SER y España
Muy positiva ha sido la visión que Delkáder ha dado sobre su propia radio, que ha calificado como "la primera empresa de radio del mundo" cuyo modelo ha defendido: "Hay que adaptarlo pero no desvirtuarlo".
Más sorprendente ha resultado, no obstante, su afirmación de que "la SER es una de las pocas cosas que vertebran España hoy en día", ya que opera globalmente, "es plural" y lleva "las opiniones de los españoles de norte a sur y de este a oeste".
Sin embargo, también ha presumido de que la emisora "es muy apreciada por los nacionalistas catalanes", cuyo apego por esta labor vertebradora no deja de ser sorprendente. En este sentido, Delkáder ha recordado que "cuando Pujol quería dar un mensaje para toda España" pedía o sugería una entrevista en la SER. ¿Puede haber algo más vertebrador que ser el altavoz de Pujol?
Esta labor no está suficientemente apreciada a juicio de Delkáder, que ha denunciado que las actividades de Prisa, especialmente fuera de nuestro país "reciben poco apoyo institucional".
Pero de forma paradógica, y pese a sus excelentes relaciones con el nacionalismo catalán, Delkader se ha parado a criticar la situación del mercado de la radio en Cataluña, donde "está desvirtuada la oferta" por la fuerte presencia de emisoras públicas "y por las privadas subvencionadas y que suponen una competencia desleal para las cadenas nacionales".