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Melchor Miralles desvela la bronca del Rey al conde de Godó

Las travesuras de Mas le roban el protagonismo a Rubalcaba en las portadas. Y Bolinaga se larga a casa. O a Venezuela, ya veremos.

El Mundo cuenta que a los políticos catalanes se les ha ido la olla pero de verdad. "Políticos catalanes piden a la UE que impida la intervención militar española". ¿No les dará miedo pasarse de frenada con sus numeritos? La carta se la han mandado a la pobre Reending, que no sabe la que le ha caído como a los nacionalistas les dé por ir a llorarle día sí y día también. Le piden que "retire a España su derecho a voto" porque "figuras públicas relevantes" –se refieren a Vidal Quadras, a Vidal Quadras y a Vidal Quadras, creo- y "cargos de la jerarquía militar" –unos militares retirados- "amenazan con emplear la fuerza militar contra la población catalana y preparan una intervención militar". Como cabras. Pedro J. lo llama "manía persecutoria". O mucho cuento. Pedro J. Flipa con el "grado de alucinación al que ha llegado el nacionalismo". "En su afán por construir un relato épico, en el que el pueblo inerme y sojuzgado se enfrenta a la vil maquinaria del Estado, a los nacionalistas se les ha ido definitivamente la mano", dice eufemísticamente. Y sobre el ‘habla chucho que no te escucho' por el que ha optado Rajoy dice que es "una estrategia para dejar al desnudo el tremendismo de los independentistas. El problema de Rajoy es que esta respuesta mesurada pueda ser interpretada como un síntoma de debilidad". Eso, una azotaina para que lloren por algo.

También habla El Mundo sobre el "chantaje" que Mas le hizo a Rajoy hace un mes y que el presidente tuvo a bien contarnos ayer en el Senado. "Rajoy revela que Mas le dijo que se atuviese a las consecuencias si no se plegaba a un pacto fiscal". Y el pobre presi un mes calladito, sufriendo en silencio. Haberlo dicho antes, hombre, y hubieras tenido una legión de columnistas para defenderte. Mira, Santiago González hoy les enseña los dientes. "No se puede retener a nadie contra su voluntad, pero más vale que sepan que la alegría soberanista entraña riesgos: no será por las buenas el divorcio que planteen, y mucho menos a la carta".

ABC rezuma indignación. "Rajoy destapa el chantaje de Artur Mas". Eso sí, "Rajoy respondió al órdago". Les dijo nada más y nada menos que "gobernar supone tomar decisiones políticas y asumir las obligaciones sin huir hacia adelante". Toma ya, qué contundencia. Se habrá quedado Mas anonadado. Eso es carácter, sí señor.

Melchor Miralles nos aclara de una vez por todas lo que pasó el 12-O entre el Rey y Rajoy. Que la bronca y la lectura de labios "es mentira. No hubo tal. He contrastado el asunto" y "la realidad les ha estropeado su historia de portada a algunos periodistas". Y nos pone "los puntos sobre las íes de la verdad". Dicho esto, al grano. Cuenta que cuando el Rey habló del "pobre Wert" lo que estaba diciendo era "exactamente lo contrario a lo que se ha escrito". Fue "descontextualizado". Y revela un secreto. Lo que le estaba contando el Rey a Rajoy que no descifraron los lectores de labios es que "había hablado con el conde de Godó, editor de La Vanguardia y el Rey le expuso su asombro por el apoyo que su diario le está prestando a Artur Mas en su batalla independentista, un apoyo que al monarca le parecía mal, grave e irresponsable, impropio además en un grande de España". Mira tú, de qué cosas se entera uno.

Pues el conde de Godó se lo ha pasado por el forro de chaqueta. De hecho hoy La Vanguardia no dice ni pío de la amenaza de Mas. "Rajoy dice que sólo las Cortes podrían autorizar la consulta", titulan como cayéndose de un guindo.

La Razón también está atónito. "El chantaje de Mas a Rajoy. El presidente revela que Mas le amenazó en su última visita a Moncloa". Marhuenda se queja de las "formas de Mas para dirigirse al presidente de la nación", por favor, qué poco respeto, y está preocupado por la "imagen antipática" que está dando Mas de Cataluña en el resto de España. "Deberían ser los propios catalanes quienes le pararan los pies y le pusieran en su sitio", ruega.

El País da una lección básica de periodismo para que Rajoy sea el malo y Mas el bueno de la pelicúla. "El presidente afirma que ahora es el catalán el que rehúye dialogar". Con ese "ahora" pretenden hacer ver que Rajoy fue el primero que se negó a hablar. ¿Ven qué fácil? Fue Rajoy el que "desplegó un discurso duro contra Mas", "le acusó prácticamente de haber intentado chantajearle" –que eso de las consecuencias no es chantaje ni na, es una simple exposición de hechos, que ya lo saben ellos bien- "todo eran golpes a Mas", se lamenta Carlos E. Cué.

En el editorial, Cebrián pone orden en el gallinero socialista. A ver, majos, tras las catalanas, "el PSOE tiene que pasar de los tanteos y de las medias palabras a abrir un verdadero debate". También está "pendiente una autocrítica" dándole a Zapatero hasta en el carné de identidad. Hay que "clarificar el planteamiento socialista de organización del Estado más allá de ese federalismo que tampoco ha sido definido", dice el muy traidor después de dar matraca día tras día con el dichoso federalismo. Y que miren a Francia para elegir candidato, no poner al que diga El País como con Rubalcaba. "La reconstrucción orgánica y el rearme ideológico son tareas clave. De no hacerlo, el PSOE corre el riesgo de encaminarse hacia la marginalidad". ¿Oído cocina?

A La Gaceta, sin embargo, le importa un comino lo que hagan los socialistas para recomponerse y se limita a regodearse de cómo está el patio. "La batalla interna está a punto de estallar en el PSOE. Los críticos han decidido no esperar más y forzar una catarsis que revolucione el partido, empezando por el cambio de dirección (...) Pondrán a Rubalcaba contra las puertas", je je. "A la jaula de grillos la dirige ya un pollo sin cabeza", jua, jua, jua.

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