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"Marruecos permite que accedan a la frontera para apedrearnos"

Los sindicatos policiales critican al Gobierno y a las autoridades locales tras la agresión sufrida el sábado en la frontera.

El pasado sábado, el puesto de Beni Enzar, el principal de los cuatro pasos fronterizos que existen entre Melilla y Marruecos, tuvo que ser cerrado durante varias horas. La razón, como en muchas otras ocasiones anteriores, los lanzamientos de piedras, palos y botellas que desde la zona neutra de la frontera realizan jóvenes radicales marroquíes.

Las imágenes de lo sucedido hablan por sí solas. Estos jóvenes llegan hasta la tierra de nadie que separa físicamente el lado español y el marroquí de la frontera y, tras comprobar que no se les permite entrar en Melilla por ser ya conocidos por su actividad delictiva y violenta la emprenden con todo tipo de objetos arrojadizos contra los agentes de la Policía Nacional.

Hasta ese punto, al que ya llegan cargados con piedras, palos y botellas, llegan tras haber pasado por dos puestos de la policía marroquí, a la que parece no importar qué vayan a hacer con ese material en cuanto atraviesen su puesto fronterizo.

Así lo denunció el secretario provincial de la Confederación Española de Policía (CEP) en Melilla, Enrique Travieso: "Marruecos permite que estos individuos accedan a la puerta de nuestra zona para apedrearnos. Tienen que cruzar dos controles de la policía marroquí para venir a agredirnos. Ellos lo ven y lo permiten. El otro día, estaban de brazos cruzados mientras nos lanzan objetos".

"Desde el punto de vista policial no se puede hacer nada", explicó. "Es un tema netamente político. Pedimos que la diplomacia actúe enérgicamente. Que se les pongan los puntos sobre las íes a Marruecos", continuó, tras lo que apuntó directamente a los ministerios del Interior y Exteriores como los únicos que pueden poner punto y final a esta situación.

Travieso aseguró que "desde el Gobierno quiere dar la imagen de que Marruecos colabora, pero no colabora en nada" y señaló también como responsables de la situación al Ejecutivo de la ciudad, que preside Juan José Imbroda, y, especialmente, al delegado del Gobierno, Abdelmalik El Barkamn.

"El otro día el delegado del Gobierno lo presenció y tuvo la poca ética de decir ante la prensa que allí no había pasado nada cuando había habido diez policías heridos, cuatro de los destinados en el puesto fronterizo y seis de las UIP (Unidad de Intervención Policial)", denunció el responsable sindical.

Este lunes, un indignado Imbroda se refirió a lo ocurrido el sábado para apuntar a las responsabilidades de los agentes marroquíes. Tras denunciar la "pasividad" de éstos durante el asalto, sentenció que "no se pueden consentir actos de este tipo. El Gobierno de España, nuestro Gobierno, debe tomar cartas en el asunto decididamente y hablar enérgicamente con el Gobierno de Marruecos".

El delegado del Gobierno en Melilla, por su parte, calificó el suceso de "inaceptable e intolerable" y, aunque no llegó tan lejos como Imbroda, sí apuntó que "no permitiremos nunca que desde este lado de la frontera se lancen objetos y piedras contra miembros de las fuerzas del otro lado".

Desde Delegación del Gobierno han recordado la "complejidad" de la frontera melillense, con un tránsito comercial muy alto y una entrada diaria de 30.000 personas, y han resaltado cómo el cabecilla de los disturbios, Said Chamtri, es un viejo conocido de las autoridades de la ciudad, que "siempre está intentando tensionar" las relaciones entre España y Marruecos.

Según han detallado las mismas fuentes, el activista jaleó a un grupo de marroquíes jóvenes que no podían acceder a la ciudad "por una casuística amplia", entre la que se encontraba el perfil delictivo de algunos de ellos. Chamtri, han añadido, no es el líder principal del denominado Comité de liberación de Ceuta y Melilla pero "siempre está" en los sucesos de este tipo que han ocurrido junto a la frontera, como la campaña de vejación contra mujeres policías del pasado verano.

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