La ciudad de Jerez, que ha quedado en la ruina tras los gobiernos del partido andalucista, versión Pedro Pacheco, y del PSOE, está siendo víctima de un acoso inusual por parte de la Junta de Andalucía que, además de no pagar lo que debe al Ayuntamiento, practica todo tipo de marrullerías para dinamitar la labor de la alcaldesa popular, María José García Pelayo. Ahora se ha sabido, gracias al Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, que los servicios mínimos autorizados por la Junta de Andalucía para la huelga de basuras eran muy inferiores a lo debido, con lo cual se ha sometido a la ciudad y a su Ayuntamiento a una presión social y política intensa.
Se llevan ya seis días de huelga de los trabajadores que recogen la basura en Jerez. Hay mil toneladas de basura acumulada en las calles por una huelga casi total que ha sido "facilitada" por la Junta de Andalucía a pesar de los problemas de salud que pueda acarrear.
La sorpresa ha saltado cuando el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha atendido la petición del gobierno municipal para que se incrementen los servicios mínimos decretados por la Junta.
La Junta fijó los servicios mínimos en un 10 por ciento de la plantilla y ahora el TSJA los sube hasta el 50 por ciento por considerar que la decisión de la Junta de Andalucía carece de motivación.
Ayer, el Alto Tribunal comunicó a los trabajadores de Urbaser, la empresa concesionaria del servicio de limpieza de calles y de recogida de basuras, que debía incrementarse hasta el 50 por ciento el trabajo de la plantilla en la recogida de basuras. Con ello atendía la petición del Ayuntamiento que consideró la decisión de la Junta inadecuada y lesiva para los intereses de los ciudadanos, además de discriminatorios si se compara con lo que se ha hecho en otras ocasiones.
El presidente del PP de Cádiz, Antonio Sanz, que es jerezano, acusó ayer a la Junta de mantener una "vergonzosa actitud para dañar" a la ciudad. Sanz acusó también al Gobierno andaluz de "hacer uso de la Administración pública para atacar a los jerezanos".
El gobierno municipal de María José García Pelayo consideró un "respiro" la decisión del TSJA, aunque reconoció que la medida no solucionaba el problema. Hasta ayer, sólo el 10 por ciento de los camiones de la empresa, tres vehículos, realizaban su trabajo de recogida de basura y se aplican a hacerlo en centros de salud, hospitales, mercados y colegios. Hasta ahora, en las calles sigue sin recogerse la basura.
El origen de la huelga, dice El Mundo, se encuentra en la decisión del Ayuntamiento de Jerez de reducir en un 20% (unos cinco millones de euros, de 24 a 19) la inversión que el Consistorio destina al servicio público de recogida de basuras, decisión que dio pie a la empresa concesionaria, Urbaser, a despedir a 125 trabajadores, reduciendo la plantilla en un 30 por ciento. O despidos o rebaja salarial, dice la empresa. Los trabajadores proponen hoy su alternativa.
Son las barriadas del sur de Jerez, las más populosas y populares, las que sufren la huelga y exigen que el Ayuntamiento recoja algo de basura. La ruina de la caja municipal jerezana forjada por los gobiernos anteriores, andalucista y socialista, está en el origen de estas decisiones.
La ruina de Jerez y la mala fe de la Junta
Jerez es un Ayuntamiento arruinado y una ciudad en declive tras el paso por el gobierno de andalucistas y socialistas. Es el Ayuntamiento con mayor déficit de España y ha vivido escándalos diversos de corrupción, con colocaciones de familiares y amigos (en 1.000 los cifraba el exalcalde Pedro Pacheco) de partidos y sindicatos. Los excesos de la exalcaldesa socialista Pilar Sánchez llegaron a provocar incluso la división en el seno del PSOE de Jerez.
Resulta inexplicable, salvo por mala fe, que la Consejería de Empleo de la Junta haya establecido –para una huelga de una semana que acumula ya toneladas de basura– unos servicios mínimos del 10 por ciento de las plantillas en huelga, una "barbaridad", opina El Mundo, que ha forzado al Ayuntamiento a recurrir al Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), el cual ha elevado esos servicios mínimos nada menos que al 50 por ciento.
La mala fe se deriva, además, según el PP, de la existencia de un precedente porque el mismo caso se dio ya cuando se celebró la huelga de limpieza en los colegios jerezanos.