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Pere Navarro, ¿la puntilla de Rubalcaba?

Las mejores encuestas hablan de un derrumbe de diez escaños; las peores: pasar de 28 a 15.

Las balcones de Barcelona se inundan con banderas independentistas mientras de las farolas cuelgan los carteles electorales del PSC y su candidato, Pere Navarro, junto a un enorme rótulo: 'FEDERALISME'. La ambigüedad de los socialistas catalanes y de la dirección federal respecto al modelo de estado que defienden frente al reto independentista de Mas ha sido la gota que ha colmado el vaso para las pésimas expectativas electorales del PSC. De ahí que Pere Navarro, tras depositar su voto en Tarrasa, haya hablado de "fantásticas sensaciones" en cuanto a la participación, mientras su apuesta por el peso que podría ocupar el PSC en el escenario político catalán han sido tachado de "incierto".

La esperanza de Navarro, y del propio Rubalcaba, pasa por que no se cumplan las encuestas que mayoritariamente le conceden un batacazo histórico. Las mejores previsiones sitúan la derrota en torno a los diez escaños, de los 28 de 2010 a los 19 actuales; los peores, hablan de una formación irrelevante políticamente por debajo de quince representantes en el Parlament. Eso sería a nivel autonómico pero los temores se incrementar al limitarse a las áreas metropolitanas como motores de un cambio social. Concretamente en Barcelona se dan los peores presagios, que no hablan ya de un PSC alejado de la segunda fuerza política, ni de la tercera... sino relegado a la quinta posición en porcentaje de voto.

Así se explica que los temores en Ferraz sean mayúsculos. Como en las gallegas y vascas, la lectura que se hará de estos comicios volverá a ser nacional y su principal erosión la sufrirá un Alfredo Pérez Rubalcaba acostumbrado ya a una caída de diez puntos del PSOE en los últimos comicios celebrados. Un "ciclo electoral negativo" que, según la propia dirección, "no ha terminado" y que, en el caso de las catalanas, marcan un antes y un después en el liderazgo del actual líder del PSOE.

De esta forma se entiende que Rubalcaba decidiese adelantar el calendario de los órganos de dirección la semana pasada. Convocando, en primer lugar, a la Comisión Ejecutiva federal para este lunes 26 de noviembre, justo después de las elecciones y con su análisis encima de la mesa, y los comités territorial y federal para el 15 de diciembre y 12 de enero. Todo antes de su aniversario político como secretario general del PSOE el próximo 5 de febrero.

Así las cosas, y lejos de lo que pudieron pensar los analistas más experimentados de los círculos socialistas, quien podría dar la puntilla a Alfredo Pérez Rubalcaba podría no ser ni Carmen Chacón ni Tomás Gómez sino su amigo Pere Navarro.

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